“La irrupción de las fintech es exponencial porque evidentemente hay un ecosistema disponible para tal crecimiento. Son empresas de origen digital cuya actividad principal es brindar servicios financieros mediante el uso de la tecnología. Otorgan créditos a individuos y a empresas, financiamientos colectivos, otras ayudan a mejorar y administrar las inversiones, colaboran a hacer más fácil la realización de pagos y transferencias a nivel local entre partes”, señaló Rosana Mazza.
La socia de PwC Argentina coordinó el panel en el que participaron Javier Buitrago (VP & Head of Latam de Thunes), PierPaolo Barbieri (fundador de la aplicación de finanzas personales Ualá), Silvia Tenazinha (Gerente Principal de Banca Comercial de Santander Argentina), Gastón Irigoyen (CEO de Naranja Fintech) y Facundo Vázquez (COO de Grupo Bind & CEO de Poincenot)
PierPaolo Barbieri precisó: “lo que hacemos en Ualá es una cuenta digital para la vida moderna y hoy tenemos más de un millón de personas que operan con nosotros. Es innegable la presencia creciente en el mercado financiero global del segmento FinTech que nos propone escenarios de innovación y apoyo recíproco con el sector financiero tradicional”.
En ese marco, Gastón Irigoyen manifestó:” la tecnología es un “enabler” que llegó para quedarse y está estimulando la evolución de las distintas industrias. Con respecto al sistema financiero no me gusta marcar una distinción entre bancarizados y no bancarizados, sino que en definitiva son personas que tienen necesidades y distintos grados de “pain points” y nuestro objetivo es venir a cerrar esa brecha y a realizar inclusión financiera.”
Javier Buitrago comentó: “desde el punto de vista de la tecnología, no hay ninguna limitación a que los empresarios argentinos tengan las mismas soluciones de pagos digitales que tienen otros empresarios en cualquier parte del planeta, solamente es una cuestión de sentarnos a charlar sobre las necesidades y avanzar en acuerdos para satisfacerlas”.
Por su parte Silvia Tenazinha agregó: “nuestro desafío desde la banca tradicional es sumar a la tecnología como elemento que democratiza el acceso a las oportunidades. Para el banco es una gran oportunidad de hablarle en forma personalizada a cada uno de nuestros clientes generando un vínculo no solamente con la persona sino con el momento de vida que está transitando esa persona”.
Facundo Vázquez finalizó su participación en el panel comentando: “los procesos de transformación vienen siendo demandados por los propios clientes del mercado financiero local, seguir en un modelo como el que estaba planteado no parecía lógico por ello parte de nuestro desafío es la reconvención de banca tradicional en empresas digitales. El “open banking” es básicamente una regulación donde se establece un estándar de cómo debería funcionar el sistema financiero en cuanto a tres aspectos principales: interoperabilidad (estándar de API), propiedad de la información (de quién son los datos) y el tercer punto que regula es cómo debería generarse innovación financiera por varios actores al mismo tiempo. Creo que se está avanzando rápido y nuestro país tiene una oportunidad muy grande de subirse a este proceso cuanto antes teniendo en cuenta que hay precedentes y actores interesados impulsando ese modelo”.
La presencia del segmento Fintech en el mercado financiero global es innegable y está continuamente generando escenarios de innovación y apoyo reciproco de estos actores con los bancos tradicionales.