Esto indica una tasa de crecimiento anual del 22% en el periodo comprendido entre 2021 y 2026. El sector de la nube que registrará un crecimiento más notable en inversión de la zona será el SaaS (Software como Servicio).
Esto se debe, sobre todo, a la situación económica general, que hace que las empresas tengan que ajustar sus presupuestos al máximo. Además, muchas están buscando herramientas que reduzcan el tiempo de salida al mercado de los productos, y que les permitan acelerar la creación de apps. Por eso, a pesar del aumento en inversión en SaaS, serán los servicios cloud PaaS (Plataforma como servicio) los que continúen registrando el crecimiento más fuerte de la nube.
Los sectores que más van a invertir en servicios cloud públicos siguen siendo los dedicados a servicios profesionales, a la banca y a la manufactura discreta. Entre los tres concentrarán el 36% de los servicios cloud en la nube pública en 2023. Eso sí, la situación en Europa para el mercado cloud es complicada, ya que está inmersa en los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania. Esto lleva a que, por un lado, tenga una inflación elevada, crisis de costes, crecimiento de precios de la energía. Esto, unido a las tensiones geopolíticas en el Este de Europa, aumentará la volatilidad de los presupuestos, y a cambios de planes en empresas y departamentos de TI.
En el lado positivo, un foco cada vez mayor en las soluciones TI con mayor equilibrio entre coste y efectividad, el trabajo híbrido y la aceleración de la transformación digital potenciarán las inversiones en la nube, que seguirá creciendo.
Otro cambio en el aumento de la inversión en cloud y sus servicio es la explosión de datos, y también del consumo, que están experimentando muchos sectores. Los datos a gran escala, aumentan las preocupaciones sobre su protección, sobre la seguridad y sobre el cumplimiento de normativas. Por eso, las empresas europeas seguirán invirtiendo en la nube.
También invertirán más en la mejora de la gobernanza y la seguridad para cumplir con las leyes de privacidad de datos, entre otras, así como con las leyes digitales de cada país, y de la región. Esto está llevando a más empresas y entidades hacia lo que se conoce como nube soberana, que permite a las empresas estar mejor situadas para cumplir las normativas europeas.
Andrea Minonne, Responsable de investigación de IDC Reino Unido, señala también que «a medida que los efectos directos de la pandemia se van disipando, sus efectos indirectos han evolucionado. Ahora estos efectos incluyen la escasez de habilidades, la inflación elevada y los escenarios de recesión portencial. Todos ellos influirán en las inversiones en tecnología. A pesar de todo, el foco en la nube setguirá vigente, con empresas utilizando el cloud para rebajar los costes de TI. Las empresas europeas pasarán sus esfuerzos más frecuentemente hacia las soluciones cloud, que requieren un gasto de capital menor que las soluciones TI tradicionales«.