Intel dice que prevé contar con una plantilla de 75.000 empleados a finales de 2025. Teniendo en cuenta que el último año la compañía tenía 99.500 empleados en la plantilla principal, la resta deja unas cifras terribles: 24.000 empleados. Si se calcula sobre la plantilla total incluyendo negocios relacionados que sumaba 108.900, el número de despidos ascendería a 33.000 afectados. En cualquier caso, la cifra es muy superior a la que se venía manejando.
Los despidos en Intel confirman la grave situación
Intel pasa por el peor momento de su larga historia y necesita con urgencia recuperar la estabilidad financiera y combatir las pérdidas operativas multimillonarias de 18.000 millones de dólares, que por primera vez desde 1986 registró en 2024. El nuevo CEO, Lip-Bu Tan, ya avanzó la adopción de «medidas difíciles, pero esenciales para afrontar los retos de asequibilidad y la situación financiera actual de la empresa».
Todo el mundo entendió que se refería al recorte de plantilla, aunque no se esperaba que los despidos en Intel fueran de tal dimensión. Wall Street manda y ha exigido que Intel les muestre el camino hacia la rentabilidad. Los despidos son una forma de reducir una parte importante de las pérdidas operativas y por ahí va la estrategia. Claro qué, con esta pérdida de fuerza laboral y de talento será muy difícil devolver a Intel a sus mejores años como ´gigante del chip´.
Estos recortes forman parte del objetivo actual de la compañía de reducir sus gastos operativos no GAAP a 17.000 millones de dólares este año y, posteriormente, a 16.000 millones de dólares a finales de 2026. El esfuerzo por controlar el gasto también está llevando a Intel a abandonar algunas expansiones previamente anunciadas. La empresa ya no emprenderá nuevos proyectos en Alemania y Polonia, y consolidará sus operaciones de prueba y ensamblaje en Costa Rica con las ya existentes en Vietnam y Malasia. También ralentizará su crecimiento en Estados Unidos, afectando a la construcción de nuevas plantas como la de Ohio.
El director ejecutivo de Intel también se ha esforzado por simplificar la organización fusionando funciones y creando nuevas divisiones que satisfagan la demanda. La prioridad es lograr la eficiencia financiera, por lo que Intel no emprenderá ningún proyecto que no presente perspectivas financieras convincentes.
Fabricación y nuevos lanzamientos
Intel Foundry, la división de fabricación de chips que se suponía podría ser el gran revulsivo, será una de las más afectadas y las megafábricas que se iban a construir en Alemania y Polonia serán reducidas o directamente canceladas. El CEO de Intel explicó que a su juicio la compañía había invertido demasiado en nuevas fábricas antes de haber asegurado suficiente demanda, que sus fábricas se habían «fragmentado innecesariamente» y que necesitaban aumentar su capacidad «al mismo tiempo que alcanzaban hitos reales».
«No creo que si lo construyes, vendrán. Bajo mi liderazgo, crearemos lo que los clientes necesitan, cuando lo necesitan, y nos ganaremos su confianza», aseguró Tan.
El CEO también avanza cambios relevantes en el apartado técnico, donde Intel también se ha quedado atrás de manera sorprendente. El sucesor de la plataforma principal de Intel, Nova Lake, sigue previsto para lanzamiento a finales de 2026. El CEO afirma haber «tomado medidas para corregir errores pasados con respecto a las capacidades multihilo» en los núcleos de rendimiento de la compañía.
Además, Tan afirma que asume personalmente la responsabilidad de cada nuevo diseño de chip con una nueva política que, según él, ya está en vigor: «Todo diseño importante de chips debe ser revisado y aprobado personalmente por mí antes de su lanzamiento«.
Tan dice que también anunciará un nuevo liderazgo para el negocio de centros de datos de Intel el próximo trimestre y compartirá más sobre su estrategia para una «solución de inteligencia artificial de pila completa en los próximos meses», responsabilidad principal del nuevo CTO y responsable de IA nombrado recientemente.
Resultados del último trimestre
Intel reportó ingresos de 12.900 millones de dólares para el segundo trimestre de 2025. El dato es ligeramente más alto que el trimestre anterior y se sitúa en el extremo superior del pronóstico para Intel. Lip-Bu Tan los valoró positivamente: «Nuestro desempeño operativo demuestra el progreso inicial que estamos logrando para mejorar nuestra ejecución e impulsar una mayor eficiencia».
El ejecutivo explicó que estaban centrados en fortalecer la cartera de productos principales y la hoja de ruta de IA para ofrecer un mejor servicio a los clientes. «También estamos tomando las medidas necesarias para construir una división de fundición con mayor disciplina financiera. Llevará tiempo, pero vemos claras oportunidades para mejorar nuestra posición competitiva, aumentar nuestra rentabilidad y generar valor a largo plazo para nuestros accionistas».