Se tratará de la industria de semiconductores más potente y avanzada de Europa, e incluso del mundo, pues será capaz de procesar obleas utilizando tecnologías de proceso posteriores a 18A.
La nueva fábrica de Intel en Alemania producirá tanto para productos propios como para los clientes de Intel Foundry Services. En este sentido, su director ejecutivo, Pat Gelsinger, ha adelantado en el Foro Económico Mundial de Davos que se para la compañía supone un proyecto ambicioso e ilusionante. No obstante, no ha especificado qué tecnologías de proceso posteriores a 18A se emplearán, aunque adelantó que serán del orden de 1,5 nm.
La apuesta del Gobierno alemán
Alemania quiere seguir la estela de Países Bajos en el desarrollo de la industria europea de semiconductores. De ahí que, al igual que ASML lidera el ámbito de la litografía, Alemania quiere convertirse en la referencia europea en la fabricación de chips.
Pese a la crisis económica e industrial profunda que afecta a Alemania, el Ejecutivo de Olaf Sholz, ha expresado públicamente la capacidad del país para afrontar las inversiones que deberá acometer con el objetivo de hacer realidad este proyecto. De ahí que tenga que llevar a cabo negociaciones con fabricantes de semiconductores, los cuales deben confiar en los proyectos de TSMC y de Intel.
Por el momento, el gobierno germano ha anticipado que destinará 22.000 millones de dólares a la entrega de incentivos directos a los fabricantes de chips, aunque la aprobación definitiva del presupuesto cerrado se ha retrasado, por el momento.
La fábrica de Intel en Magdeburgo costará 30.000 millones de euros, aunque recibirá una subvención de 10.000 millones de euros. Esta situación presupuestaria provocó a mediados de 2023 tensiones importantes entre los portavoces de Intel y el propio Gobierno, ya que en principio la fábrica iba a costar 17.000 millones de euros y las subvenciones serían de 6.800 millones de euros. Además, en mayo se anunció que la fábrica corría peligro de levantarse finalmente.
Las claves de la nueva fábrica de Intel
Será una construcción de vanguardia que apostará por la tecnología 18A, sub-2 nm. Se espera que a finales de febrero Intel de a conocer todos los detalles y la hoja de ruta a seguir para el proceso de fabricación posterior a 18A. En ese momento también descubrirá cuál de sus fábricas adoptará primero un nodo u otro. Se espera que los sucesores de Intel 18A sean Intel 16A e Intel 14A.
La Fab 34 de Intel, próxima a Leixlip (Irlanda), produce actualmente chips con tecnología de proceso Intel de clase 4 nm y se espera que empiece a fabricar procesadores Intel de 3 nm de cara a los próximos trimestres.
Lo que está claro es que Intel 4 e Intel 3 son los dos nodos más avanzados con los que cuenta la compañía y que se sitúan por detrás del N3 de TSMC (de 3nm). No obstante, el 18A de Intel y sus sucesores mejorarán la industria en materia de potencia, rendimiento y características de área.
Intel, que ha sido la primera empresa en recibir una máquina litográfica de obleas de 2 nm, espera incorporar procesos de fabricación muy avanzados, utilizando el 1,5 nm.
El impacto económico de la operación
Los analistas del mercado como Vijay Rakesh, analista de Mizuho Securities, recomiendan comprar con un precio objetivo de 58 dólares. Por su parte, Stacy Rasgon, analista de Bernstein, recomienda mantener un precio objetivo de 42 dólares.
Actualmente Intel cuenta con un precio objetivo promedio de 46,09 dólares, con un pronóstico alto de 68 dólares y un pronóstico bajo de 17 dólares. No obstante, a fecha de 23 de enero de 2024, el precio objetivo promedio representó una variación del -4,42% con respecto al día anterior.
Intel cerró el 22 de enero en los 48,23 dólares, con las medias móviles de 70 y 200 periodos por debajo del precio, el RSI al alza en los 58 puntos y las líneas del MACD estables sobre el nivel de cero. Además, la resistencia a medio y largo plazo se sitúa en los 51,27 dólares y los indicadores de Ei se presentan mixtos.