Facilitar que las compañías de telacomunicaciones puedan ofrecer un mejor servicio de atención al cliente, a la vez que optimizar sus operaciones de infraestructura de red, con la ayuda de la IA y empleando un lenguaje natural para conseguirlo. Este es básicamente el objetivo del «modelo básico de comunicaciones» que Huawei ha presentado en el MWC de Barcelona.
Alineado con la apuesta que la compañía asiática está haciendo por el despliegue de las nuevas redes 5.5G, Huawei asegura que este modelo será clave para la industria en los próximos años, añadiendo una capa de servicios que facilitará que las empresas del sector puedan «acelerar su transformación inteligente».
El modelo básico de comunicaciones utiliza tecnologías de IA como el aprendizaje automático y el procesamiento del lenguaje natural para analizar datos y proporcionar recomendaciones en dos áreas diferentes: Guías o copilots basados en roles(ayudan a los empleados a ser más eficientes en sus tareas) y agentes basados en roles (automatizan tareas repetitivas y complejas). Tal y como han mostrado los directivos de la multinacional asiática, esta aproximación de la IA al mundo telco ofrece:
Mayor productividad de los empleados: los empleados pueden acceder a información y asistencia de forma rápida y sencilla.
Mejor experiencia del usuario: Los problemas se pueden resolver de forma más rápida y eficiente.
Mayor eficiencia de las operaciones: Las tareas repetitivas se pueden automatizar.
Red más inteligente: La red se puede optimizar para ofrecer un mejor rendimiento.
Entre los casos de uso más comunes encontramos un aprovisionamiento más ágil de servicios, mejoras en la resolución asistida de problemas y en general y si se cumplen las promesas, una mejor experiencia global para los usuarios.
Una de las primeras aplicaciones de este modelo es «Net Master», un copilot que ya se ha puesto a prueba en tareas operación y mantenimiento de la red IP de China Mobile en la provincia de Guangdong. Net Master incluye las funciones de copilot y agente para ayudar a los ingenieros a trabajar con más eficacia eficacia y ha demostrado que el 90% de los fallos pueden diagnosticarse automáticamente, reduciéndose el tiempo de su localización de horas a minutos.