Irán no pasa por su mejor momento en la escena internacional. A las duras sanciones a las que tiene que hacer frente, las protestas sociales, políticas y económicas actuales -y que tuvieron como punto de partida la muerte de Mahsa Amini por no respetar el estricto código de vestimenta al que tienen que hacer frente las mujeres en el país- y su más que dudosa cooperación con Rusia en la cesión de drones para seguir con la invasión de Ucrania. Se le unen ahora grupos y organizaciones que luchan desde dentro del país y lo hacen, utilizando también, el llamado ´hackeractivismo´
El grupo en cuestión se llama Black Reward. Sus acciones, cómo no, las llevan a cabo en la más absoluta oscuridad. De lo contrario, no cabe duda, de ser descubiertos se podrían enfrentar incluso a penas de cárcel y/o de muerte. Estos activistas admiten haber ciberatacado a una de las instituciones más importantes y prestigiosas del país, la Organización de Energía Atómica de Irán.
¿Qué habría conseguido Black Reward?
Este pasado viernes, mediante diferentes mensajes en Telegram, Black Reward afirmaba haber podido acceder a los servidores de correo electrónico de la citada Organización, que son administrados por una empresa relacionada estrechamente con el mismo organismo nuclear. Y haber podido filtrar hasta 324 bandejas de entrada con 100.000 mensajes y un total de más de 50G de archivos.
Todo este material comprometido, y muy importante para la obsesionada seguridad nuclear del país, contiene planes de construcción para una nueva planta en el país, información personal de los trabajadores de la Organización y detalles también de pasaportes de ingenieros rusos que ayudan a sus homólogos iraníes. Los detalles técnicos y los informes conseguidos por Black Reward también han sido detallado en Twitter, así como la correspondencia del Organismo Internacional de Energía Atómica hackeada.
Los ´hacktivistas´ de Black Reward –que recuerdan al grupo de hackers Anonymus– son un grupo de hackers que no esconden su rechazo por el gobierno teocrático de Irán. Sin embargo, éste no ha tardado en salir a responderles, dado el revuelo surgido en unas redes sociales cada vez más censuradas en el país, negando absolutamente que todas las declaraciones y la información sustraída según Black Reward sea verídica.
De hecho, ha sido la propia Organización de Energía Atómica de Irán la que ha rechazado las afirmaciones de Black Reward de haber accedido a dichos datos confidenciales, afirmando que el grupo está formado por “enemigos externos” de Irán. Y que la supuesta divulgación de información no es más que publicidad mediática para menoscabar el prestigioso de las instituciones y la seguridad del país.
Ciberataques para detener la creación de armas nucleares y de destrucción masiva
Pero Black Rewards ha ido más allá. Poniendo en evidencia a la Organización de Energía Atómica asegurando que todos los emails incautados estaban “plagados” de virus. Por lo que ha animado a la gente que quiera consultarlos a través de sus dispositivos que estén bien protegidos o lo hagan desde otros que no utilicen de manera personal o profesional.
Esta acción llevada a cabo por Black Rewards toma más importancia en la actualidad en un momento donde la mayoría de las naciones sostienen que el programa nuclear de Irán tiene dos propósitos. Por un lado, desarrollar armas atómicas y por otro, armas de destrucción masiva.
Por ello se cree que el malware Stuxnet, se ha desarrollado para dañar las capacidades de enriquecimiento de uranio de Irán con la esperanza de que se retrase el desarrollo de armas nucleares. Por lo que revelar las operaciones de la infraestructura nuclear de Irán podría permitir ataques similares.
Y por otro, la filtración de correspondencia con el Organismo Internacional de Energía Atómica también podría perjudicar a Irán. El país está constantemente sujeto a inspecciones continuas para verificar la seguridad y que la nación no esté trabajando en este tipo de armas.