Así que lo lógico es pensar que solo conocemos una porción de todo lo que ocurre realmente. Por otro lado, parece que a Google le crecen los enanos, más si vemos que un empleado de la compañía ha reconocido en un juicio antimonopolio que los acuerdos con los OEM de Android están ahí para torpedear a iOS. Esto se suma a las quejas de los repartos de las ganancias de algunos fabricantes de móviles y de que los acuerdos con el gigante del buscador limitan la competencia a nivel de servicios.
Siendo más concretos, Jamie Rosenberg, empleado de Google, ha testificado en un juicio antimonopolio en curso contra su empresa que, basándose en un informe, los acuerdos de reparto de ingresos de la compañía con las marcas de móviles y las operadoras están ahí para proporcionar recursos que ayuden a los OEM de Android a competir en mejores condiciones contra iOS, prácticamente el único rival real que tiene dentro del sector si vemos que Windows Phone es un cadáver y que la posición de GNU/Linux es excesivamente marginal.
Los acuerdos muestran cómo Google comparte los ingresos que obtiene con su motor de búsqueda con marcas de smartphones y operadoras. Rosenberg ha explicado que los pagos están ahí para ayudar a los socios a impulsar y mantener los productos y servicios de Android, pero viendo que Google y Android están debajo del paraguas de la misma corporación, Alphabet, lo suyo es pensar que los acuerdos tienen una letra pequeña que no es difícil de adivinar.
Rosenberg ha profundizado diciendo que la compañía para la que trabaja ha cambiado su enfoque con las redes móviles de Estados Unidos. El motor de búsqueda todavía proporciona el acuerdo de reparto de ingresos, pero además ofrece dinero a las empresas para que puedan vender más dispositivos Android. A los pagos a operadoras y fabricantes de móviles para que supuestamente compitan con iOS se suma, paradójicamente, la gran cantidad que Google da a Apple para mantener a su buscador como el predeterminado en iOS.
De entre los OEM posiblemente el más destacado sea Samsung, con el que Google firmó tres acuerdos diferentes en 2020. Dichos acuerdos abarcan las áreas de búsqueda, servicios y marketing y Rosenberg ha confirmado que el último dependía de que el buscador del gigante Mountain View se mantuviera como el predeterminado en los dispositivos de la corporación surcoreana.
Google se centra en la competencia contra iOS, posiblemente, para desviar la atención de su propio ecosistema, el cual es por diseño más abierto que el de Apple. Dicho con otras palabras, el objetivo no sería tanto competir contra iOS, sino más bien entorpecer la proliferación de productos y servicios alternativos a los de Google dentro del ecosistema de Android.
Es más, si damos la vuelta a la moneda, nos encontramos con que Android e iOS compiten de manera menos directa que lo afirmado por Google, ya que al primero lo que le interesa es masificarse lo máximo posible, pero el segundo busca tener un perfil más exclusivo, que otorgue estatus, por lo que no le interesa ser tan masivo. Sin embargo, es cierto que iOS es en Estados Unidos es la plataforma móvil mayoritaria y es en ese país donde se está celebrando el juicio, por lo que los argumentos de Google pueden tener al menos cierta validez. iOS también es la plataforma mayoritaria en ciertos países del centro y el norte de Europa.
Según ha testificado Rosenberg, un aspecto interesante de los acuerdos y los repartos de ingresos es que no han tenido lugar en la Unión Europea debido a las sanciones que le han caído a Google. El ente comunitario ha aprobado leyes contundentes en materias como la privacidad y la competencia y, lejos de ser solo una declaración de intenciones, se han convertido en fuertes multas para las grandes tecnológicas estadounidenses, con Google y Meta (antes Facebook matriz) entre las más sancionadas.
Veremos cómo evoluciona el asunto, pero Google parece que puede salir bastante mal parada sobre todo en la hora de alcanzar nuevos acuerdos, los cuales tendrán que ser más benevolentes para las otras partes, con mejores condiciones, más dinero o ambas cosas.