Nadie quiere quedarse de las investigaciones de IA una vez que el lanzamiento de ChatGPT como el bot conversacional de moda, junto a la red neuronal que lo sustenta y que dicen es la más poderosa del planeta, ha mostrado el potencial de la IA y la ha convertido en un mercado emergente para todo el sector tecnológico. El potencial potencial es amplísimo, aunque también sus riesgos y problemática.
DeepMind, la división de Inteligencia Artificial de Google, quiere usar las técnicas de AlphaGo para crear un nuevo chatbot con potencial de «eclipsar» a ChatGPT. Si no lo conoces, decir que fue la primer IA en ganar al campeón del mundo del juego de mesa Go. El desarrollo se ha enfocado hasta ahora a competir en otros como damas, ajedrez o al póker y también en videojuegos complejos con el objetivo de superar a los jugadores humanos en el modo multijugador de Starcraft II, el videojuego de estrategia en tiempo real.
DeepMind quiere aprovechar toda esa experiencia y la red neuronal resultante para crear Gemini, un chatbot que tendrá la capacidad de planificar o resolver problemas, así como de analizar texto. «En un nivel alto, se puede pensar en Gemini como una combinación de algunas de las fortalezas de los sistemas tipo AlphaGo con las asombrosas capacidades de lenguaje de los modelos grandes y algunas innovaciones que van a ser bastante interesantes», explica el CEO de DeepMind.
El ejecutivo explica que Gemini aprovechará las innovaciones en el aprendizaje por refuerzo para realizar tareas con las que luchan los modelos de lenguaje actuales. El aprendizaje por refuerzo implica «recompensar» un sistema de IA por ciertos comportamientos y/o castigar los no deseados, con el objetivo de «enseñar» al sistema qué comportamientos exhibir en una situación determinada.
El aprendizaje por refuerzo ya ha mostrado sus ventajas en modelos de lenguaje y es clave para que sistemas como ChatGPT responden a las indicaciones. DeepMind tiene una gran experiencia en el aprendizaje por refuerzo (con AlphaGo como ejemplo) y quiere aplicarlo en el dominio de la IA generativa.
Vale la pena señalar que Gemini no es la primera incursión de DeepMind en los modelos de lenguaje. El año pasado, la compañía presentó Sparrow, un chatbot que, según el laboratorio, tenía menos probabilidades que otros modelos en dar respuestas «inseguras» o «inapropiadas» a las preguntas.
Gemini es, sin embargo, el trabajo más ambicioso de DeepMind hasta el momento y las malas lenguas dicen que su desarrollo se está acelerando ante los problemas de Google Bard (otro chatbot) para seguir el ritmo impuesto por ChatGPT y su uso masivo con el que sigue ampliando su red neuronal.