Microsoft anunció hace varios años que pondría fin al soporte de Windows 10 en octubre de 2025. La decisión impulsará un ciclo de actualización masivo para los fabricantes. Pero también podría enviar directamente a la basura unos 240 millones de ordenadores, de acuerdo con estimaciones de Canalys Research.
A pesar de las crecientes capacidades del mercado para respaldar la circularidad, no se podrán restaurar ni revender los PC que no sean compatibles con Windows 11.
Muchos de los equipos podrían seguir funcionando durante años después del fin del soporte a Windows 10, pero Canalys advierte que la demanda de dispositivos sin actualizaciones de seguridad será marginal.
La decisión de Microsoft afecta a uno de cada cinco equipos. Plantea, entre otras cosas, un gran desafío sobre gestión y eliminación de residuos electrónicos. Unos 240 millones de estos ordenadores pesarían cerca de 480.000 toneladas. En perspectiva, sería equivalente al peso de unos 320.000 coches.
Canalys hace otra comparación increíble: si todas estas fueran computadoras portátiles plegadas, apiladas una encima de otra, formarían una montaña de más de 4.000 kilómetros de altura. Es decir, 600 kilómetros más alta que la luna.
La fecha límite para Windows 10 es el 14 de octubre de 2025. Microsoft ya anunció un plan para brindar actualizaciones de seguridad hasta octubre de 2028, por un precio anual no revelado. Pero, si la estructura de costo para este soporte extendido se parece a lo que ya ha pasado antes, cambiar de PC terminará siendo más rentable.
Ambientalistas en alerta por el fin de soporte de Windows 10
Los Grupos de Investigación de Interés Público (PIRG, por sus siglas en inglés), que reúnen a varias ONG, advierten que el abandono de Windows 10 causará la obsolescencia de más computadoras que cualquier otra acción jamás realizada. En octubre pasado, la organización hizo un llamado público a Microsoft para que extienda el tiempo de soporte.
«La empresa se ha fijado objetivos ambientales ambiciosos, pero el impacto de esta decisión amenaza con descarrilar su progreso», dijo Lucas Gutterman, líder de PIRG. Canalys dice que, incluso las empresas con los presupuestos más ajustados, se verán disuadidas por la falta de actualizaciones de seguridad gratuitas y continuas.
Múltiples barreras clave impiden que los PC compatibles con Windows 10 ejecuten Windows 11. Entre ellas, la necesidad de un procesador de 64 bits enumerado por Microsoft como «CPU compatible», al menos 4 GB de RAM y un mínimo de 64 GB de almacenamiento. Un requisito crucial es la versión 2.0 de TPM para mayor seguridad, que reemplaza la versión 1.2 de TPM compatible con algunos dispositivos Windows 10.
El 57 % de los socios de Microsoft espera que el fin del soporte de Windows 10 afecte los planes de actualización de los clientes en 2024, sostiene Canalys. Se espera que uno de cada tres dispositivos sea reemplazado en los próximos dos años.
Este fue un año difícil para el mercado de PC, pero 2024 se pinta optimista. La proyección indica que el mercado volvería a crecer un 8 % el año que viene, a medida que los clientes busquen actualizar los PC de la era pandémica. Además, el surgimiento de nuevos dispositivos con capacidad para la inteligencia artificial podría dar un empujón clave.