El Comisario Europeo Thierry Breton ha hecho un llamamiento común a los Estados miembros para dejar a Huawei y a ZTE fuera de las redes 5G porque, en su opinión, son «vendedores de alto riesgo» y por tanto no se debería utilizar ni su equipamiento ni sus tecnologías para construir la infraestructura de ninguno de los países miembros de la Unión Europea.
Este movimiento por parte de Breton no es casualidad, es algo que el Comisario ha considerado necesario porque le resulta decepcionante que, a pesar de las líneas comunes de la Unión Europea en las que se urge a no comprar equipamiento 5G de Huawei y ZTE por el riesgo de espionaje por por parte de China que este supone, solo diez países del total de los 27 que forman dicha unión han empezado a adoptar planes en esa dirección.
Según Breton, la inactividad de la mayoría de los Estados miembros supone un riesgo de seguridad importante para todo el bloque de la unión, y ha dicho que «expone la seguridad colectiva de la unión, ya que crea una gran dependencia para la UE y graves vulnerabilidades«. El informe original que indicaba la directriz común de prohibir en los Estados miembros la compra de equipamiento de vendedores de alto riesgo, publicado en 2020, no daba nombres concretos, pero en la versión actualizada se ha hecho referencia directa y clara a Huawei y a ZTE para evitar posibles dudas.
Técnicamente ninguna de las dos empresas han sido vetadas en todos los Estados de la Unión Europea, al menos de momento, pero es cierto que el movimiento común se dirige en esa dirección, ya que ahora mismo 21 de los 27 miembros han adoptado un marco legislativo para la evaluación de riesgos en este sentido, y que pronto se sumarán otros tres países.
Una vez que se complete el marco legislativo, la mayoría de los países de la unión tendrán la normativa necesaria para vetar a fabricantes y vendedores específicos de equipamiento 5G, y entre los afectados estarán Huawei y ZTE, de eso no hay ninguna duda. Ambas empresas han reiterado su inocencia frente a las acusaciones de espionaje por sus supuestos vínculos con el gobierno chino, pero esto no ha servido de nada, y al final el posible riesgo para la seguridad nacional se ha impuesto. Ninguna de las dos compañías pasa por su mejor momento desde que empezaron a recibir sanciones por parte de Estados Unidos.