El fundador, CEO e ingeniero jefe de SpaceX charló ayer con el Consejo de Estudios Espaciales de la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina de los EEUU y les desveló los planes más inmediatos de su compañía. Entre ellos, que la nave que nos llevará a Marte y la Luna, su Super Heavy Starship, estará lista para enero o febrero del año que viene.
Elon Musk, con su hijo sentado en su regazo, expuso ayer ante los miembros del Consejo de Estudios Espaciales los planes a corto plazo de SpaceX. Este es un resumen de algunos de los asuntos más interesantes que dejó esa charla por videollamada que podéis ver en el vídeo bajo estas líneas.
La nave que nos llevará a Marte lista para enero
Según Musk, el progreso en el desarrollo de su Starship, la nave que si todo va bien nos llevará de nuevo a la Luna y nos hará pisar Marte por primera vez, está siendo rapidísimo. SpaceX espera conseguir la licencia para los test de vuelo de la Administración Federal de Aviación estadounidense a finales de este año y esto significa que la compañía podría hacer las primeras pruebas de viaje orbital en enero o febrero de 2022. Musk admite que al principio los tests puede que no sean un éxito, pero tiene confianza en que lograrán tenerlo listo en algún momento del año que viene. “Queremos hacer 12 lanzamientos el año que viene, tal vez más. Intentaremos completar el programa de pruebas de vuelo el año que viene, lo que significa que estaremos listos para llevar cargas reales en 2023. O sea que muy pronto”, asegura Musk.
Según ha revelado Musk, SpaceX está construyendo una fábrica para “hacer muchos Starships y muchos motores” de manera paralela, aunque su desarrollo está siendo todo un reto. “Montar el sistema de producción para el Starship es más complicado que el diseño del propio Starship”, asegura Musk. A pesar de que el Super Heavy Starship es el cohete más grande jamás creado, el mayor obstáculo ahora mismo, admite, es la construcción de los motores. El ‘booster’ en la actualidad lleva 29 motores y tienen previsto añadirle cuatro más y que llegue a los 33. El Raptor 2 será el motor que lleve el nuevo Starship y, según ha dicho el propio Musk en Twitter este miércoles, es capaz de generar cerca de 5,4 toneladas de empuje al momento del despegue y llevar al espacio cargas superiores a las 100 toneladas.
Convertirnos en una especie multiplanetaria
El objetivo de esta nave, y la razón de ser de SpaceX según Musk, es convertirnos en una especie multiplanetaria, preservar la vida humana de futuros eventos de extinción y encontrar respuestas en el espacio a las preguntas fundamentales de la vida como de dónde venimos y cuál es el sentido de la vida. Musk está convencido de que en algún momento sucederá algo que ponga en peligro nuestra civilización y acabe con nuestra existencia en la Tierra. La única manera en la que podemos sobrevivir como especie, dice, es vivir en otros planetas.
Para Musk, esos eventos de extinción pueden ser: el apocalipsis nuclear, la inteligencia artificial, una pandemia mucho más mortal que la actual, el fundamentalismo religioso que pueda poner el peligro el avance de la ciencia o el descenso de la natalidad, que según dice es un riesgo que muchos pasan por alto. “Si se multiplica el número de nacimientos recientes por la esperanza de vida los números son muy muy malos para la población mundial”, asegura Musk. “Habrá mucha gente mayor, menos personas de mediana edad y solo unos pocos jóvenes. Y esto nos lleva a que los recursos serán aplicados a cuidar de los mayores en lugar de hacer avanzar la ciencia o la civilización”.
También afirma que salir de nuestro planeta nos ayudará a avanzar científicamente y a responder preguntas fundamentales sobre nosotros mismos. “Tener laboratorios en la Luna o Marte nos hará aprender muchísimo. Tener gente allí que estudie la historia del planeta nos hará aprender mucho y si eso se amplía a otros planetas aprenderemos mucho más. ¿Qué esto? ¿Vivimos en una simulación? Ir a otros planetas hará que los que hacen las simulaciones tengan que trabajar más duro” comentó en tono jocoso. Además, espera que en el futuro seamos capaces de envíar sondas robot más allá de nuestro sistema solar que amplíen nuestro conocimiento del cosmos. Y tal vez descubrir de esa manera si estamos solos en la galaxia o acompañados, que diría Siniestro Total.
Advertencia sobre la inteligencia artificial
“La inteligencia artificial es mucho más peligrosa de lo que la gente piensa”, dice Musk. “Si vemos el avance de la inteligencia artificial, está claro que excederá la inteligencia humana en todos los aspectos. La lista de cosas que los humanos podemos hacer mejor que una IA se reduce cada día que pasa. Esperemos que esta IA esté asociada a la voluntad humana, pero puede que no lo esté”.
Musk sostiene que para mantener el ritmo de la inteligencia artificial tenemos que ponernos al nivel de las máquinas y ser capaces de comunicarnos con ellas a su misma velocidad. Eso es lo que está intentando con su otra empresa, Neuralink. “Ya somos cíborgs, en el sentido que nuestros teléfonos y nuestros ordenadores son extensiones de nuestro cuerpo”, asegura. “De alguna manera ya nos hemos fusionado con nuestros ordenadores, el problema que tenemos es que nuestra manera de comunicarnos con ellos con los pulgares es muy lenta. Según crece la inteligencia de estas máquinas si ese nexo de comunicación sigue siendo tan pequeño acabaremos desvinculados de los ordenadores. Si podemos solucionar el problema de la velocidad de comunicación de los sistemas operativos podremos tener una simbiosis con las máquinas que es mucho mejor”.