Aunque todavía falta algo más de un mes para que termine el año, de la mano de los turrones también empiezan a llegar las informaciones sobre «Los más del año», que nos ayudan a hacer un rápido resumen de lo ocurrido en el mismo. Lo que no me esperaba es que Dogecoin protagonizara una de esas listas (o puede que incluso más, que como ya he comentado, todavía queda más de un mes hasta que se cierren las candidaturas).
Este año hemos hablado mucho, muchísimo, de las criptomonedas. No diré que haya sido el año más activo a ese respecto, puesto que desde hace ya mucho cuentan con un espacio destacado entre los intereses de muchos, lo ocurrido este año no ha sido más que la consecuencia lógica de lo que ha venido ocurriendo los anteriores. Lo que sí que nadie habría imaginado a principios de año, es que Dogecoin podría llegar a robarle parte del protagonismos a Bitcoin y Ethereum.
Esta es la información que encontramos en Business Insider, donde nos cuentan que Dogecoin se ha hecho con la medalla de oro en lo referido a las búsquedas en Google en Estados Unidos, dejando en segundo y en tercer lugar a Bitcoin y a Ethereum respectivamente. Nada mal para una criptomoneda que nació como un meme y que, de hecho, se basa en un meme muy popular. Algo que ya debería hacernos mirar todo este asunto con cierta preocupación, si somos sinceros.
Todo se vuelve aún más turbio, y pone más en tela de juicio todo el mundo de las criptomonedas, si hacemos un poco de historia sobre Dogecoin y recordamos que, allá por mayo, su valor subió como la espuma, haciendo que llegara a superar en valor a Twitter, AMD yotras grandes empresas. ¿Y por qué ocurrió esto? Por un par de tweets de Elon Musk. Y no, no eran tweets en los que explicara en profusión los valores de Dogecoin ni nada por el estilo, no. Más bien fue como un meme surgido de un meme.
No ha sido este el único ejemplo de la influencia que puede tener un solo empresario multimillonario en las criptomonedas. Al igual que con Dogecoin, la influencia de Musk en Bitcoin este año ha sido más que acusada. Se inició a principios de año, cuando Tesla empezó a aceptar pagos en bitcoins, provocando una enorme subida de su cotización, prosiguió cuando poco después anunció que dejaría de hacerlo, provocando una enorme bajada, y aún tuvo un tercer asalto, cuando dijo que podría volver a empezar a hacerlo, que de nuevo tuvo una influencia positiva en su cotización.
Así, algo que ha dejado claro claro lo ocurrido tanto con Dogecoin como con Bitcoin este año, es lo extremadamente influenciables que son las criptodivisas en la actualidad. Un simple movimiento por parte de una compañía puede desestabilizar por completo el mercado en cuestión de días, o incluso de horas. Y esto es un problema para cualquier persona que busque una inversión estable y fiable, algo que a corto y medio plazo puede jugar muy en contra del futuro de las cripto.
Y con esto no pretendo decir que las cripto no tengan futuro, ojo, no tengo una bola de cristal para saber si en unos años estaremos comprando y vendiendo con Bitcoin, Ethereum o Dogecoin. Sin embargo, la falta de regulación, que ya ha quedado claro que no convence en absoluto a las instituciones financieras y políticas, y si vivimos un enfrentamiento entre ambas, no tengo la menor duda de que la distribución de poder en este caso no es ni será ecuánime.