La consultora cita varios factores como clave para hacer esta previsión, que devolvería al sector al nivel de ventas registrado en 2022. Uno de los principales indicadores de su comportamiento en 2024 es la respuesta positiva del mercado de valores, ya que la capitalización de mercado combinada de las diez empresas principales del sector había subido hasta los 3,4 billones de dólares a mediados de diciembre pasado.
Además, los mercados finales, como los de los PCs y los smartphones, que experimentaron bajadas de ventas en 2023, apuntan a un rebote en las mismas, con una subida proyectada para 2024 de alrededor de un 4%. Esta subida es bastante importante para el sector de los chips, dado que las ventas de semiconductores para ordenadores y comunicaciones representaron un 56% de las ventas de chips totales en 2022.
Deloitte valora además para medir el estado del sector los inventarios existentes y el uso y capacidad de sus instalaciones de fabricación. Este otoño había inventarios elevados, una buena señal para sus ventas en la primera mitad del año, y todo apunta a que estas van a seguir siendo buenas también en la segunda.
No obstante, el sector necesita un mayor índice de explotación para conseguir mejorar en rentabilidad, y no parece que este indicador vaya a ser del todo bueno en 2024. Esto se debe a que, entre otras cosas, el índice de explotación de instalaciones bajó previsiblemente del 70% en el último trimestre del año pasado. Tendrá que ir aumentando para que el sector avance hacia la rentabilidad.
Los cinco pilares para el avance del sector de los chips en 2024
Además de estos indicadores, hay cinco pilares en los que se cimentará la recuperación del sector de los chips en 2024: los chips con IA generativa, las tendencias de fabricación inteligente, la capacidad de ensamblado y prueba a nivel global, la seguridad IP y los ciberataques, y las implicaciones de la geopolítica.
El informe de Deloitte anticipa que los chips impulsados por IA generativa, que tendrán probablemente unas ventas en 2024 superiores a los 50.000 millones de dólares, representarán el 8,5% de las ventas totales de semiconductores este año. Aunque se trate de un porcentaje minoritario, estos chips tienen un valor muy elevado, por lo que pueden impactar de manera notable en la capacidad de fabricación y el uso de las instalaciones para generar chips.
En cuanto a las tendencias en fabricación inteligente y a la adopción en la industria de la IA generativa, su comportamiento puede arrojar luz sobre el panorama de la producción de chips, que está en evolución continua. Por otro lado, Deloitte subraya la necesidad del sector de contar con más capacidad de fabricación y pruebas a nivel mundial. Hasta el punto de que lo considera un factor crítico para su crecimiento en el futuro.
En cuanto a la ciberseguridad, va a ser uno de los puntos clave para el crecimiento y asentamiento del sector. La propiedad intelectual de la industria de los semiconductores está ya identificada como uno de los nuevos objetivos de los ciberdelincuentes, lo que se plantea como una posible amenaza para el sector.
Otro aspecto importante para el sector es, como hemos mencionado, la geopolítica, con los controles sobre el equipamiento de fabricación de nodos avanzados, así como sobre las tecnologías y los chips de Ia generativa avanzados, que hay para ciertas regiones. Esto lleva a que aunque Deloitte reconozca que el sector de los semiconductores va a tener una trayectoria positiva en 2024, señale que sea necesario tomar decisiones estratégicas sobre los problemas geopolíticos actuales y sobre los que se prevén a corto y medio plazo, así como por las amenazas potenciales para la seguridad de la propiedad intelectual.