La compañía ha escrito a Broadcom, la nueva propietaria de VMware, para comunicarle que su acuerdo de marco comercial con VMware ya no está en vigor. Así ha quedado recogido en una comunicación oficial a las autoridades reguladoras estadounidenses.
Este acuerdo se firmó justo cuando Dell y VMware se separaron y se convirtieron en empresas independientes. Entonces, Dell seguía apostando por VMware, tal como quedaba recogido en el acuerdo. En él se estipulaba que ambas partes querían de esta manera «formalizar la relación comercial entre las partes para mantener la ventaja estratégica mutua entre Dell y VMware, y para ratificar el interés de las dos partes en seguir colaborando en soluciones y en una estrategia de salida al mercado«.
Pero la decisión de Broadcom de impedir a fabricantes como Dell que revendan licencias de los productos de VMware, consecuencia de los planes de la compañía de terminar con la venta de licencias perpetuas de VMware para pasarse a las suscripciones de software paquetizadas y que engloban varios productos.
Como cabía esperar, la decisión tomada por Dell no ha sido muy bien recibida ni por los fabricantes de equipos ni por los clientes. Los primeros pierden con esta medida una línea de ingresos. Los segundos, se quedan sin la posibilidad de comprar licencias de software al mismo tiempo que el hardware, algo que les venía muy bien porque hacerlo de esta manera es más eficiente que comprar el software por separado.
Es probable que esto no signifique que Dell ha perdido el interés en VMware, sino que se trate de un cambio motivado por las modificaciones que Broadcom está haciendo con respecto a los productos que hasta ahora eran de VMware y su forma de distribuirlos y venderlos. De hecho, tal como un portavoz de Dell ha confirmado a The Register, «Broadcom es un partner importante y valorado para Dell Technologies. Seguiremos evolucionando nuestra relación con Broadcom para ofrecer valor a nuestro negocio, clientes y partners«.