Pero súbitamente, la compañía decidió cambiar el modelo, y en febrero comunicó a sus trabajadores que debían cambiar de modalidad para ser clasificados como remotos a tiempo completo o híbridos. Eso sí, con claras desventajas para los remotos, a quien entre otras cosas declaró como no aptos para ascender en el escalafón de la compañía.
Lógicamente, no han sido pocos los empleados de la tecnológica que han recibido con disgusto las novedades, que además incluyen un sistema de rastreo para controlar su nivel de presencialidad en la oficina, que entre hoy en marcha. Según The Register, a partir de este mes, los trabajadores de Dell tendrán que acudir a la oficina un mínimo de 39 días cada trimestre a no ser que sean catalogados como empleados que trabajan 100% en remoto. Y tener presente que la compañía va a controlar su presencia mediante la monitorización de sus conexiones VPN y de sus identificadores de acceso.
Según han comentado varias fuentes, esta medida de control se debe probablemente a la elevada cantidad de trabajadores de la plantilla de Dell que, a pesar de quedarse sin posibilidades de ascenso, han decidido seguir trabajando en remoto después de los cambios. Estos métodos de rastreo, además, incorporarán un sistema de códigos de colores.
Con todo, Dell planea revisar semanalmente los datos de visitas de los identificadores de los empleados, para lo que va a utilizar los datos de visitas del identificador de acceso de cada uno de ellos a través del software de gestión de capital humano de la empresa, y dará a cada empleado clasificaciones mediante códigos de color que identifiquen su nivel de presencia. Desde consistente a limitada, son azul, verde, amarillo y rojo.
Pero este sistema tiene sus lagunas, ya que según empleados de la tecnológica, los directivos no se ponen de acuerdo sobre las veces que un empleado puede tener un código rojo sin consecuencias. En cualquier caso, informarán al COO de la empresa, Jeff Clarke, de quienes no se presenten en una oficina de Dell con la frecuencia debida. Irónicamente, Clarke aseguraba en 2020 ser un gran defensor del teletrabajo, pero ahora su opinión ha cambiado radicalmente.
El CEO y fundador de Dell, Michael Dell, también parecía apoyarlo, e incluso publicó en 2022 que Dell no contaba con diferencias significativas entre los miembros de equipos que trabajasen en remoto o en la oficina, incluso antes de la pandemia.
No está claro tampoco cuántos de los trabajadores de Dell han elegido ser completamente remotos. Al parecer, lo han hecho cerca de la mitad de sus trabajadores de Estados Unidos, y en el resto del mundo han optado por ello un 66%. Algunos sospechan que el cambio de política en cuanto a presencialidad es un intento de hacer que dimita una parte de la plantilla y evitar más despidos.
En 2023 Dell echó a 13.000 de sus empleados. Pero lo único que la empresa ha dicho al respecto es que «las conexiones en persona en línea con un enfoque flexible son críticas para impulsar la innovación y la diferenciación por valor«.