Las más importantes y populares, como el Bitcoin y Ethereum, experimentaron un enorme crecimiento que acabó generando un efecto de arrastre incluso con aquellas que surgieron como una simple broma y que, al final, alcanzaron un valor tan alto que resultaba casi imposible de justificar. Podría poner muchos ejemplos, pero el más conocido es Dogecoin.
Tras alcanzar unos máximos históricos a finales del pasado año, las principales criptodivisas se embarcaron en una caída sostenida que alcanzó su punto álgido el pasado mes de mayo, cuando el Bitcoin pasó de un pico máximo de más de 67.000 dólares a caer a menos de 30.000 dólares. Como habréis podido imaginar, esto generó también un efecto de arrastre y llevó al resto de criptodivisas a caer a valores mínimos que no se habían registrado desde hacía casi un año.
Por ejemplo, Ethereum alcanzó un pico máximo de 4.811 dólares en noviembre de 2021, y en mayo de este año se hundió a 1.722 dólares. El referente más cercano a ese valor lo tenemos en julio de 2021, cuando esta criptodivisa rondaba los 1.800 dólares. Otras criptodivisas menos valiosas, como Ripple, pasó de 1,4 dólares a 0,4 dólares. El hundimiento fue masivo, como podemos ver, y la situación todavía parece lejos de estabilizarse, y es comprensible porque la caída de TerraUSD fue un duro mazazo a las criptodivisas en general.
He querido empezar haciendo este repaso al histórico de precios porque es muy importante tener claro lo que ha ocurrido antes de entrar a hablar del posible colapso de las criptodivisas menores. Bertrand Perez, CEO de la Web3 Foundation, ha comentado que uno de los problemas más importantes que existen ahora mismo en este sector es el exceso de criptodivisas.
En su opinión, esto confunde a los usuarios y al mismo tiempo trae más riesgos para ellos. Se estima que ahora mismo existen más de 19.000 criptodivisas, y la creencia general es que es solo cuestión de tiempo hasta que se produzca una «limpieza masiva» a través del colapso de varios miles de esas criptodivisas, que obviamente acabarán desapareciendo.
Es muy curioso porque la situación que estamos viviendo en este sector se parece mucho a la que tuvimos en la era de las «.com», es decir, que nos encontramos ante una enorme burbuja en el sector de las criptodivisas, salvando las distancias entre ambas, claro. Veremos cómo evoluciona la situación en las próximas semanas, y si realmente se cumplen las previsiones de algunos expertos que auguran una nueva recuperación meteórica del Bitcoin tras este batacazo.