El Gobierno de China sigue avanzando a un ritmo frenético por tal de consolidar su posición preferente en la fabricación de semiconductores y mantenerse férreo en la disputa internacional con EEUU, que refuerza sus vetos. De ahí que el Informe SEMI World Fab Forecast anticipe un aumento del 6,4% en la capacidad de producción durante 2024, lo que supondría más de 30 millones de inicios de obleas al mes.
Para conseguir su estrategia de liderar la producción de semiconductores a escala mundial, deberán ponerse en marcha las 18 nuevas fábricas previstas para este año, tras las cuales existe una importante financiación gubernamental.
El aumento del 6,4% en la capacidad de procesamiento de obleas superará el 5,5% a 29,6 millones de WSPM en 2023. Este movimiento viene impulsado por los desarrollos de vanguardia implantados por industrias como Intel, TSMC y Samsung Foundry, teniendo en cuenta el aumento considerable de la demanda de procesadores destinados a las aplicaciones de IA y computación de alto rendimiento (HPC).
SEMI espera que entre 2022 y 2023 entren en funcionamiento 82 nuevas fábricas, es decir, 11 proyectos programados para 2023 y 42 para 2024. En estas nuevas instalaciones se emplearán obleas de tamaños que van desde los 100 mm hasta los 300 mm, además de productos más maduros y tecnologías procedentes de procesos de vanguardia.
China auguró un incremento de la capacidad de producción de semiconductores en 2023 de un 12% interanual, hasta los 7,6 millones de WSPM. El crecimiento se espera que se acelere hasta alcanzar el 13% interanual en 2024, logrando una capacidad de 8,6 millones de WSPM.
Claves para conseguir el objetivo
La nueva capacidad de producción se enfocará en tecnologías de procesos antiguas, como las de 28nm y capacidades superiores. Para ponerlos en marcha, son necesarias una amplia gama de aplicaciones, tanto en electrodomésticos como en automóviles, por lo que representan, a día de hoy, una enorme demanda.
Si se analiza de cerca la industria de semiconductores, se prevé que los proveedores de fundición lideren la compra de equipos, aumentando su capacidad hasta los 10,2 millones de WSPM en 2024. Por su parte, el segmento de memoria (incluidas DRAM y 3D NAND), aumentará su capacidad gradualmente. Y en el caso de los segmentos discretos y analógicos, motivados por la electrificación de vehículos, también se experimentará una dinámica de expansión.
Problemas en el horizonte
No obstante, China deberá enfrentarse a un exceso de oferta en el mercado, que podría convertirse en un problema para los fabricantes de chips ya existentes. Este problema irrumpiría a partir de 2026, con la puesta en marcha de nuevas fábricas capaces de producir chips más eficientes y de calidad excelente.
En otro orden, el Departamento de Comercio de EEUU está muy pendiente de los planes de China en materia de semiconductores, especialmente en el sector de la tecnología tradicional. De ahí que el Gobierno de Biden se estuviese planteando imponer nuevos aranceles u otras medidas comerciales para frenar la aceleración de la industria de semiconductores en el país asiático.
No obstante, para contrarrestar estos efectos, las empresas de China han acelerado la compra de equipos clave para la fabricación de chips en 2023, convirtiéndose en los mayores compradores de equipos de fabricación de obleas del mundo. De ahí que empresas como Tokyo Electron y ASML hayan recibido un récord de pedidos en las últimas semanas.
En busca de una posición estratégica
China está construyendo más fábricas nuevas que cualquier otro país del mundo, siendo un objetivo real el hecho de duplicar su capacidad de producción en un plazo de cinco a siete años. De conseguirlo, el país lograría ser plenamente autosuficiente en la fabricación de chips.
Los 48 fabricantes de chips de China, especialmente SMIC, Hua Hong y CXMT, plantean nuevos planes de expansión en el terreno de los semiconductores que, en pocas ocasiones, trascienden a escala global. De ahí que se pueda afirmar que se trata de un sector completamente subestimado. Y es que en China hay más fabricantes y fábricas locales de semiconductores de lo que inicialmente se piensa.
Hay que tener en cuenta que Corea del Sur y Japón siguen la estela de China en la producción de semiconductores. De hecho, el gobierno de Seúl espera alcanzar los 5,1 millones de WSPM en 2024. Por su parte, América, Europa, Oriente Medio y el sudeste asiático se están preparando para lanzar nuevas fábricas en diferentes regiones durante el trascurso del presente año.