ChatGPT lleva dos meses y medio acaparando titulares en la prensa y 'trending topics' en las redes sociales, a nivel internacional. Y eso incluye a China, pese a sus peculiaridades sociológicas y tecnológicas... y a que los usuarios tienen que recurrir a servicios VPN para poder acceder a la plataforma de OpenAI.
El pasado 11 de febrero, el hashtag "¿ChatGPT reemplazará a los maestros?" (#????ChatGPT???#) se convirtió en tendencia en el 'Twitter chino', Weibo, generando 120 millones de publicaciones. Ese mismo día, la web de la TV estatal china, la CCTV, difundió una publicación sobre "Diez profesiones que podrían ser reemplazadas por ChatGPT".
Es decir, las mismas preguntas que se hace el público occidental. Pero hay otra pregunta más, y aún más importante, que en gran parte sólo se están haciendo los usuarios chinos: "¿Por qué ChatGPT no lo hemos creado nosotros primero?".
Ciertamente, en China hace tiempo que cuentan con chatbots muy populares centrados en la interacción social, pero nada remotamente similar a las capacidades de síntesis de conocimientos de la que hace gala la IA de OpenAI, clave en el éxito que ha cosechado. Y las respuestas a esa pregunta pueden agruparse en tres motivos (compatibles entre sí):
A) Las empresas tecnológicas chinas se centran en aplicaciones que puedan rentabilizarse rápidamente en lugar de en apuestas a largo plazo por el I+D, lo que les obliga a esperar a que sean otros los que desarrollen la tecnología base. Esa es la respuesta de Jiang Ruxiang, profesor de sociología de la Univ. de Pekin, que pone de ejemplo a seguir a compañías como el fabricante de chips ASML, que tuvo que invertir en I+D durante muchos años antes de empezar a resultar rentable.
Ya en 2019, Xataka informaba de que China acababa de superar a EE.UU. en número de investigaciones sobre inteligencia artificial... pero que aún no había logrado superarlo en el impacto y relevancia de las mismas (bien es cierto que entonces se estimaba que eso tendría lugar por estas fechas). Sin solventar eso, y teniendo en cuenta el tiempo que puede tardar la investigación científica en traducirse en productos monetizables, es comprensible que la industria estadounidense conserve aún la iniciativa en este campo.
OpenAI, la creadora de ChatGPT, es una lucrativa compañía sin ánimo de lucro (sí, es un tema complejo) fundada en 2015 en los EE.UU. por varios emprendedores estadounidenses (principalmente Elon Musk y Sam Altman). Tan sólo 7 años después, esa compañía ha sido capaz de lanzar tanto el 'chatbot' de moda como una de las grandes plataformas de generación de imágenes con IA, DALL-E 2.
B) La capacitación en modelos lingüísticos es más difícil en el idioma chino, debido a la naturaleza compleja de éste. El propio ChatGPT entiende las preguntas en chino y genera respuestas en el mismo idioma, pero de manera unánime los usuarios chinos de la plataforma de ChatGPT afirman que tiene dificultad para captar todos los matices de su idioma, especialmente en materias como los chistes.
C) La censura y los 'términos sensibles'. Las principales plataformas sociales chinas están monitorizadas por las autoridades en tiempo real, y la censura se aplica con la misma velocidad, pero implementar ese mismo mecanismo en plataformas similares a ChatGPT resultaría complicado como poco. Esta publicación de Weibo resume el sentir de muchos usuarios: "Es imposible que salga una versión china de ChatGPT, hay demasiadas palabras sensibles".
Es cierto que el regulador chino de Internet, la Administración del Ciberespacio de China, nunca permitirá el libre acceso a una herramienta que pueda aportar datos al usuario sin pasar antes por la censura del PCCh: ChatGPT rehúye de ciertos temas políticos polémicos... pero polémicos para los criterios occidentales, no de Tíbet o de Tiananmen. De hecho, ERNIE-ViLG, el 'DALL-E 2 chino', lanzado el pasado mes de agosto por Baidu, bloquea esa clase de temas del mismo modo que DALL-E 2 bloquea los contenidos pornográficos.
El gigante adormilado se despereza
Pero al igual que el éxito de ChatGPT entre el público ha despertado de su letargo a Google, al otro lado del Pacífico los gigantes tecnológicos chinos han decidido que no se quieren quedar atrás en este campo y varios de ellos han anunciado en los últimos días que están trabajando en el lanzamiento de sus propios 'modelos grandes de lenguaje'. Que sepamos, son los siguientes:
-Baidu: El 'Google chino' tiene previsto empezar a probar su 'ErnieBot' en marzo, que no sólo ofrecería funciones equivalentes a ChatGPT, sino también de generación de imágenes. Baidu es una de las principales compañías chinas en el campo de la IA: lanzó Kunlun, su primer chip de inteligencia artificial, en 2018, y lleva varios años invirtiendo en tecnologías de conducción autónoma. Y acaba de lanzar la segunda versión del ya citado ERNIE-ViLG; 'ERNIE' es el nombre colectivo de toda una serie de modelos de lenguaje que equivaldrían al GPT de OpenAI (que es la base tanto de ChatGPT como de DALL-E 2).
-Alibaba: El gigante del e-commerce afirma tener ya una tecnología similar a ChatGPT en fase de pruebas, con el objetivo de integrarla en varias de sus plataformas cloud.
-JD.com: El gran rival de Alibaba tiene previsto lanzar su 'ChatJD', que no estaría dirigido al gran público sino a la industria minorista y financiera.
-Tencent: El gigante de las plataformas sociales chinas (cuenta con WeChat y QQ en su cartera) también ha afirmado estar trabajando en su propio modelo a imagen y semejanza de ChatGPT, pero no ha dado más datos sobre funciones o plazos. El modelo de lenguaje de la compañía, HunYuan, ya encabezó el ranking de Comprensión del Idioma Chino el año pasado.
En la última semana, incluso el gobierno municipal de Pekín (capital de China y urbe con mayor concentración de compañías dedicadas a la IA en todo el país asiático) ha anunciado el lanzamiento de ayudas económicas para impulsar la investigación en este campo. Y a eso se le suma el 'plan de trabajo para la IA' aprobado por el régimen comunista hace unos años con el fin de promover el liderazgo chino en este campo a lo largo de la presente década.
No les va mal: el TOP5 de empresas con mayor número de patentes de IA está liderado por dos empresas chinas (Tencent y Baidu), y Ping An se sitúa en el quinto puesto. Microsoft y Alphabet/Google se sitúan, respectivamente, en sexto y séptimo lugar. Las tres compañías chinas se encontraban muy por detrás de las occidentales en 2017.