China ha sido el último en dar su visto bueno, y la compañía no quiere perder un minuto para cerrar la operación. De hecho, tiene previsto completarla hoy mismo.
La compañía compradora, con sede en la localidad californiana de San José, pagará 69.000 millones de dólares para quedarse con VMware. De ellos, 61.000 se abonarán en metálico, y el resto, 8.000 millones, corresponden a la deuda que tiene VMware, que Broadcom asume. Será una de las operaciones tecnológicas de mayor envergadura de la historia.
Hace ya 18 meses que se anunció la operación, pero se ha dilatado en el tiempo por las investigaciones realizadas al respecto por las distintas entidades reguladoras. Su compra va a llegar después de varios aplazamientos del plazo dado inicialmente para completarla, y pocos días antes de que venciese de nuevo dicho plazo.
Con este paso, Broadcom quiere tener más peso en el sector del cloud computing. VMware, con sede en Palo Alto (California) puede proporcionárselo con holgura, puesto que se dedica sobre todo a dar acceso a grandes empresas a la nube pública, combinándolo con espacio y ejecución de tareas en sus redes internas.
Además, tiene relaciones muy estrechas con todos los principales proveedores cloud, como AWS, Google Cloud y Microsoft con Azure. Y son multitud las empresas y organismos públicos que dependen de hardware de Broacom y software de VMware. Entre ellos están los principales bancos del mundo, operadoras de telecomunicaciones, departamentos de gobiernos y grandes almacenes.
Las características de la fusión han provocado desde su anuncio la desconfianza de autoridades reguladoras de no pocos países, preocupadas por cómo afectaría esta compra a la competencia. Esto ha hecho que Broadcom haya tenido que conseguir la autorización en países y regiones como Australia, Brasil, Canadá, China, la Unión Europea, Israel, Japón, Sudáfrica, Corea del Sur, Taiwan y Reino Unido. También, según su comunicado, «la autorización de control de inversión extranjera en todas las jurisdicciones en las que ha sido necesario«. En ciertos casos, como en la Unión Europea, ha tenido que hacer varias concesiones para recibir el visto bueno a la compra.
Ahora «no hay ningún impedimento legal para cerrar la operación bajo las normas de fusión de Estados Unidos«, y el CEO de Broadcom, Hock Tan, podrá poner por fin punto y final a un empeño que tiene desde hace años: hacer que Broadcom gane terreno en software e internet. Para ello ha realizado diversas compras, como Symantec en 2019, y CA Technologies en 2018.
Mientras tanto, entre los clientes de VMware hay ciertas dudas con respecto a lo que sucederá tras la compra. Tanto entre los empleados de VMware como entre sis clientes. Los primeros, poco después de anunciarse la fusión, empezaron a expresar sus dudas de lo que pasaría con la compra, ya que temen eliminación de puestos tras la fusión. Sobre todo, de los que puedan estar duplicados.
Los clientes temían cambios para mal en su relación con la compañía, y una subida de precios de sus productos. Dede Broadcom ya señalaron que se centrarían en el paso de las licencias perpétuas de VMware a suscripciones. Tanto era el descontento entre los clientes, que el CEO de Broadcom ya se vio obligado hace unos meses a salir a la palestra a calmarles, asegurando que la operación no se hacía para subir los precios. También intentó despejar otras dudas con sus explicaciones, pero no lo consiguió del todo.
Para muestra un botón: el CEO de Nutanix, Rajiv Ramaswami, que trabajó durante casi cinco años como Director de operaciones de VMware antes de entrar en Nutanix, y conoce por tanto bien VMware, está seguro de que cambiarán varias cosas, y ha subrayado que » VMware ha sido históricamente un líder tecnológico e innovador, pero esta adquisición cambia la relación que tendrán los clientes con la empresa en el futuro. Si nos fijamos en su historia, todo el modelo de negocio de Broadcom ha consistido en maximizar los activos adquiridos en dos o tres años. Y los clientes de VMware lo van a notar«. Habrá que esperar, eso sí, para ver qué cambios les afectan, y cómo.