También los planes que tiene para la empresa después de la operación, que pasan por invertir 1.500 millones de dólares en su fábrica de California. Actualmente, TSI tiene una plantilla de 250 empleados y unas instalaciones especializadas en el desarrollo de circuitos integrados para aplicaciones concretas (ASICs).
En concreto, se dedica sobre sobre todo al desarrollo y producción de grandes volúmenes de chips para aplicaciones de los sectores de la movilidad, las telecomunicaciones, la energía y las ciencias relacionadas con la vida.
Con este paso, Bosch amplía su apuesta a nivel mundial por la fabricación de chips. Se trata de un área de gran importancia para ellos, puesto que Bosch es el mayor fabricante de componentes de automóvil, y éste es precisamente uno de los sectores más afectados por la escasez de chips, que lleva ya varios meses apretando a sectores como el de la automoción y la electrónica.
Gracias a la inversión anunciada, la fábrica de TSI en Roseville (California), abordará un plan de modernización y reestructuración, con el objetivo de conseguir que empiece a producir chips de carburo de silicio hacia 2026. En Bosch esperan un aumento anual de la demanda para este tipo de chips, utilizados habitualmente en la gestión de la energía, y muy beneficiosos para los coches eléctricos, del 30%. De ahí sus planes de inversión para la compañía.
Aparte de los planes de inversión en la fábrica, se desconocen los términos financieros de la compra de TSI, ya que ninguna de las dos empresas los ha facilitado. Eso sí, Bosch también ha avisado de que el valor total de la inversión que hará en las instalaciones de TSI dependen en gran medida de las oportunidades de financiación que les ofrezca el gobierno federal estadounidense.
La inversión de Bosch sigue a un aumento de las peticiones del gobierno de Estados Unidos de impulsar la producción local de chips, un movimiento que también ha llevado a los miembros del Congreso a aprobar medidas favorables para apoyarla. En cuanto a Bosch, la compra de TSI supone desplegar un tercer pilar para su negocio de semiconductores, después de tomar la decisión de desarrollar y ampliar sus dos instalaciones de fabricación de semiconductores, en las localidades alemanas de Dresde y Reutlingen.
Stefan Hartung, Presidente de la junta de gestión de Bosch, ha destacado que «con la compra de TSI Semiconductors conseguimos instalaciones para fabricar chips SiC en un importante mercado de venta, la mismo tiempo que aumentamos nuestra facturación de semiconductores a nivel global. Las instalaciones de sala limpia existentes, y el personal experto de Roseville nos permitirá fabricar chips SiC para electromovilidad todavía a mayor escala«.
Por su parte, Markus Heyn, Presidente de Soluciones de movilidad de Bosch, subraya también que «las instalaciones de Roseville han existido desde 1984. Durante casi 40 años, la empresa estadounidense ha desarrollado una gran experiencia en la producción de semiconductores. Ahora integraremos esta experiencia en la red de fabricación de semiconductores de Bosch«.