A 400 kilómetros de la Tierra hay dos astronautas de la NASA que iban a visitar la EEI por 8 días y ya cuentan 65 sin poder volver a la Tierra.
Son los astronautas Butch Wilmore y Sunita Williams, quienes debían haber regresado a la Tierra el pasado el 14 de junio, a bordo de la nueva cápsula Starliner, de Boeing, que hizo su primer vuelo tripulado experimental, pero cuando atracó en la (EEI) evidenció fallas en sus propulsores y otros sistemas estables que al parecer no garantizan un retorno seguro.
La NASA se ha cansado de explicar semana tras semana que, en realidad, ambos astronautas no están varados en el espacio. "Los astronautas están un poco estancados, aunque ciertamente no varados. Están a salvo a bordo de la estación espacial con muchos suministros y trabajo por hacer", explicó Scott Hubbard, ejecutivo de la Agencia Espacial Estadounidense.
Y eso tiene que ver con que el laboratorio orbital está diseñado para cualquier contingencia que ocurra allí y tiene cápsulas de SpaceX y las rusas Suyoz para evacuar al personal ante cualquier peligro.
Pero los expertos han estado día tras día evaluando los problemas de la cápsula de Boeing, Starliner que sufrió fugas de helio y problemas con los propulsores durante el acoplamiento con la Estación Espacial Internacional el 6 de junio.
Las autoridades de Boeing dijeron que quieren tomarse más tiempo para comprender la causa raíz de los problemas surgidos. "No vamos a fijar una fecha específica hasta que completemos esas pruebas, observemos el árbol de fallas y luego entendamos el camino a seguir", dijo el gerente del programa de tripulación comercial de la NASA, Steve Stich había dicho hace un mes.
Pero todo cambió esta semana, cuando en una conferencia de prensa la NASA admitieron que los problemas podrían ser más graves de lo que se pensaba y que, después de todo, es posible que los astronautas no regresen en la nave Starliner de Boeing, los astronautas varados esperan instrucciones en su estadía en el espacio.
La NASA estudia ahora que puedan regresar a la Tierra en una nave espacial construida por SpaceX, la empresa espacial del multimillonario emprendedor Elon Musk y competidora de Boeing. Y esto ocurriría recién en febrero de 2025. También está la opción de hacerlo en una cápsula rusa Suyoz, que está atracada en la Estación Espacial Internacional por cualquier emergencia que suceda.
Esta no es la primera vez que se extiende la estadía de un astronauta estadounidense. El astronauta de la NASA Frank Rubio y sus dos compañeros de tripulación rusos terminaron pasando poco más de un año en el espacio después de que su cápsula Soyuz atracada fuera golpeada por basura espacial y se filtrara todo su refrigerante. En septiembre de 2023 se envió una cápsula rusa vacía para traerlos de regreso.
Las pruebas efectuadas en los propulsores de una nave similar aquí en la Tierra evidenciaron un problema serio con su homóloga en el espacio. Es que un propulsor similar en las instalaciones de pruebas de la NASA en White Sands, Nuevo México mostró una notable degradación tras las pruebas.
"Fue una sorpresa para nosotros. Y diría que eso elevó el nivel de incomodidad", se sinceró Stich. Al parecer, la acumulación de calor hizo que las juntas de teflón del propulsor se abombaran y restringieran el flujo de propulsante.
Los ingenieros, no lograron comprender cómo las juntas de teflón podían volver a su forma original, lo que hizo que se preguntaran si habían pasado por alto otro problema con los propulsores defectuosos.
"No podemos demostrar con total certeza que lo que vemos en órbita es exactamente lo que se ha reproducido en tierra. En realidad, queremos entender la física de lo que está pasando", agregó Stich. Eso impulsó a la NASA a trabajar con mayor diligencia en el plan de contingencia de volver en una cápsula Crew-Dragon de SpaceX.
Si la NASA decide seguir adelante con el plan alternativo, la Starliner regresaría a la Tierra a principios de septiembre, pero sin nadie a bordo. Starliner ha estado acoplado a la ISS durante 63 de los 90 días máximos que puede permanecer, y está estacionado en el mismo puerto que Crew Dragon tendrá que usar para transportar a la próxima tripulación de astronautas.
¿Hay suficiente comida, agua y aire para todos?
La estadía de Wilmore y Williams que iba a durar 8 días, se convirtieron en 65 y podrían volver recién en febrero de 2025. La pregunta entonces es si los astronautas tienen suficientes víveres como agua, comida y oxígeno para vivir en la Estación Espacial Internacional. Y la respuesta es sí.
Esta semana llegaron suministros desde la Tierra para toda la tripulación, que consta de ellos dos, cuatro estadounidenses más y tres rusos. Un total de 9 astronautas. En unos meses más se recibirán más suministros. En cuanto al aire, la estación espacial cuenta con sus propios sistemas de generación de oxígeno. Pero a pesar de las reservas a la NASA le gustaría volver a la normalidad lo antes posible.
Wilmore, de 61 años, y Williams, de 58, dijeron que al participar en este vuelo de prueba esperaban aprender mucho sobre Starliner y cómo funciona. En su única conferencia de prensa desde el espacio en julio, aseguraron a los periodistas que se mantenían ocupados, ayudando con reparaciones e investigación, y expresaron confianza en todas las pruebas que se le están haciendo a Starliner.
La competencia entre Boeing y SpaceX
El uso de una nave de SpaceX para regresar a los astronautas que Boeing había planeado traer de regreso en Starliner sería un duro golpe para el gigante aeroespacial que ha luchado durante años para competir con SpaceX y su más experimentada Crew Dragon.
Problemas para Boeing s una prueba final que resultaría en un fracaso rotundo, ya que la NASA buscaba certificar la nave espacial para vuelos rutinarios de astronautas hacia y desde la Estación Espacial Internacional y tener una alternativa estadounidense a las Crew Dragon de Elon Musk, que recibió la aprobación de la NASA para vuelos de astronautas en 2020.
En septiembre de 2014, la NASA había anunciado que SpaceX y Boeing recibirían cada uno un acuerdo como parte de los contratos de Capacidad de Transporte de Tripulación Comercial al espacio.
El plan era poner en funcionamiento dos naves espaciales independientes simultáneamente como una forma de redundancia en caso de que algo le sucediera a uno de los vehículos, dejándolo fuera de servicio.
El primer vuelo de prueba sin tripulación de Crew Dragon se produjo en marzo de 2019 con la misión Demo-1, que se acopló a la ISS sin tripulación y regresó sano y salvo. Demo-2 vio el regreso de la capacidad de lanzamiento de la tripulación estadounidense el 30 de mayo de 2020, llevando de manera segura a Bob Behnken y Doug Hurley a la ISS y de regreso.
Si bien no se ha tomado ninguna decisión sobre el uso de Starliner o Crew Dragon, la NASA ha estado dándole a Boeing más tiempo para realizar más pruebas y recopilar más datos para construir una mejor base de confianza en Starliner. La NASA espera tomar una decisión la semana que viene, según dijeron los funcionarios de ese organismo.
El retraso y mal funcionamiento de la cápsula Starliner hizo que la NASA retrasara más de un mes la próxima misión Crew Dragon de SpaceX, un vuelo de rutina llamado Crew-9, que se espera envíe tres astronautas de la NASA y un cosmonauta ruso a la EEI.
Starliner ha tenido un largo y accidentado camino hacia el espacio. De hecho, esta misión debió posponerse 6 veces para ser lanzada. Y 4 años desde su anuncio.