Entre otras cosas, ARM, propiedad de SoftBank, ha rebajado lo que pedirá inicialmente por cada uno de sus títulos. Así, según Reuters, su precio cuando se inicie su cotización estará entre los 47 y los 51 dólares.
De esta manera, la compañía espera conseguir entre 5.000 y 5.400 millones de dólares con la operación, lo que dejará su valoración entre los 50.000 y los 54.000 millones de dólares. Una rebaja notable, ya que solo hace unos días que pensaba situar su valoración alrededor de los 64.000 millones de dólares. Aun asi, la valoración que sea actualmente la convertirá en la empresa con mayor valoración en entrar en la Bolsa de Nueva York desde el debut de Rivian en 2021.
No obstante, SoftBank podría decidir todavía aumentar el rango de precios que pedirá por cada título. Podría hacerlo si la demanda de futuros inversores se prevé fuerte, según varias fuentes. En cualquier caso, la rebaja podría deberse a que recientemente ha habido un descenso en la demanda de algunos de sus productos. Finalizado su año fiscal el pasado 31 de marzo, sus ventas habían bajado hasta los 2.680 millones de dólares, debido sobre todo al descenso en las ventas de smartphones a nivel mundial.
A pesar de todo, ARM ya tiene comprometida la venta de acciones a varios de sus principales clientes, que se convertirán también en sus inversores. Entre ellos están Apple, Nvidia, Alphabet, AMD, Intel, Samsung Electronics o Synopsys. Parte de este interés, al parecer, estaría motivado por el deseo de todas ellas de aumentar sus relaciones con ARM, mientras se aseguran que el peso de sus rivales en sus transacciones con la compañía no crece.
Para prácticamente todas ellas, los diseños de chips de ARM son un recurso indispensable. Son diseños utilizados por más de 250 empresas de tecnología para crear y fabricar nada menos que unos 30.000 millones de chips cada año. Estos están integrados en prácticamente todos los smartphones del mundo. Sucede lo mismo con los sensores y con los ordenadores, desde los destinados al mercado de consumo, hasta los pensados para empresas, e incluso para tareas de supercomputación. De ahí el gran interés de sus clientes en convertirse en accionistas.