En mi caso, desde luego, reconozco que es algo que no me esperaba y que reconozco, sin paliativos, que es un movimiento en la dirección correcta. Todavía queda margen de mejora, sí, pero dado que estamos hablando de Apple, creo que en esta ocasión lo más justo es reconocer y agradecer un movimiento que va en favor de los usuarios y del derecho a reparar.
Como suele ocurrir con todos los fabricantes de dispositivos, éstos suelen desplegar su red de servicios técnicos oficiales y autorizados, que a su vez suelen trabajar exclusivamente con componentes oficiales, que por norma general son más fiables (o al menos deberían serlo) pero, como contraprestación, también suelen ser bastante más caros. Así, ante esas circunstancias, es el usuario el que decide si quiere recurrir a la red oficial y emplear repuestos también oficiales, o si por el contrario, prefiere optar por un servicio no oficial con recambios de terceros, lo que sin duda resulta mucho más económico.
Hasta aquí todo bien, el problema surge cuando los fabricantes establecen medidas para «castigar» a los usuarios que optan por el canal no oficial. Con los años hemos sabido de bastantes casos en este sentido y, aunque en esta noticia hablamos de Apple, sería injusto no mencionar que otras marcas también han recurrido a técnicas similares en el pasado. Ahora bien, también es cierto que, por desgracia para sus usuarios, los de Cupertino han sido especialmente activos en este sentido.
Es por eso que, como digo, me encuentro sorprendido, y es que la tecnológica ha publicado un documento, llamado Longevity by Default, que puedes consultar en este enlace, en el que informa que eliminará las restricciones actuales al emplear pantallas y baterías no oficiales en los iPhone. Y sí, estamos hablando de dos de las reparaciones/sustituciones más comunes en los smartphones de Apple, por lo que nos encontramos frente a un cambio muy relevante.
¿Y qué restricciones desaparecen?
-Pantalla: hasta ahora, al sustituir la pantalla del iPhone por una no oficial, el dispositivo desactiva el modo TrueTone, es decir, la función que regula automáticamente, en función de las condiciones del entorno, el brillo y el color de la pantalla. Con este cambio, Apple permite que se siga empleando TrueTone, si bien se mostrará un aviso indicando que la pantalla puede no funcionar adecuadamente con esta tecnología.
-Batería: al poner una batería no oficial en un iPhone, el sistema operativo deja automáticamente de mostrar información sobre los ciclos de carga de la misma. Con este cambio sí que lo hará, si bien también mostrará un mensaje recordando que la batería no es oficial y que, por lo tanto, esa información puede ser incorrecta.
Nada que objetar a que Apple ponga el foco en las ventajas que ofrecen los servicios técnicos oficiales y los recambios oficiales, sería absurdo que no lo hicieran. Ahora bien, devolver el control al usuario, y que sea éste el que decida qué recambios usar sin que esto suponga una renuncia a determinadas funciones, es definitivamente un paso, un gran paso, en la dirección adecuada.