El diseño de cada generación del smartphone se lleva íntegramente a cabo (o eso afirma la compañía) en Estados Unidos, más concretamente en Cupertino (California), pero desde hace ya décadas la producción de los mismos, así como el resto de dispositivos de Apple, tiene su base en un amplio conjunto de proveedores y ensambladores en China.
Por otra parte, China también es un mercado clave para Apple, no en vano es también su mayor mercado extranjero, aunque desde hace años y a este respecto, tiene que sufrir envites cada vez más duros por parte de tecnológicas locales que han conseguido ganarse a muchos usuarios a los que también aspira Apple. Esto no ha hecho que China deje de ser un mercado clave para el iPhone, pero sí que ha reducido los ingresos que aporta al gran total de la compañía.
Así, la situación actual es que la competencia en China es cada vez más feroz, y que los procesos de fabricación se ven cada día más comprometidos por la tensa situación geopolítica del país. De este modo, Apple tiene que navegar entre las corrientes ocasionadas por el choque entre los gobiernos chino y estadounidense, un ejercicio de equilibrio que, desde luego, no parece sencillo, y que requiere de la adopción de medidas, como el uso de la IA de Baidu, que apuesto a que en el fondo ha debido ser un trágala de manual.
Con respecto a la competencia, el único recurso es el mismo que en el resto de mercados, pero la situación es distinta si hablamos de la dependencia de China en el proceso de fabricación, algo que además puede dar disgustos mucho más serios a los de Cupertino. Así, en respuesta a los riesgos que plantea la situación actual, Bloomberg informa de que Apple ha duplicado en un año la producción de iPhone en India, que tras los últimos movimientos en este sentido ya alcanza el 14% del total.
Este movimiento no es puntual, lo que lo hace todavía más interesante, y es que en 2021 la producción de iPhone en China se limitaba al 1%, frente al 7% de hace un año (abril de 2023). Esto, además, nos cuenta que la situación geopolítica es muy importante (solo tenemos que imaginar qué ocurriría si cualquier de los dos países toma medidas que compliquen o incluso impidan la producción del smartphone en el gigante asiático), pero que Apple también vio otras amenazas de este tipo, como lo fue la pandemia de coronavirus, que retrasó el lanzamiento del iPhone 12 en 2020 y complicó sustancialmente la producción del 13 en 2021.