El culebrón de la financiación para la construcción de la fábrica de Intel en la ciudad alemana de Magdeburgo ha terminado por fin esta semana, después de que el gobierno alemán prometiese a Intel que le dará la cantidad solicitada: 9.900 millones de euros. El compromiso llegó, eso sí, después de varios tira y afloja entre miembros del gobierno. Mientras que un ministro decía que nada de dar más dinero a la compañía de semiconductores que el que ya estaba comprometido, otros, entre los que está el Ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck, estaban decididos a aumentar la cantidad.
El problema era de dónde iban a sacar el dinero que finalmente han prometido, y ya se ha despejado esta incógnita. Una buena parte del mismo saldrá de un fondo de transformación y clima especial, según Bloomberg. Se trata de un programa puesto en marcha por la coalición de gobierno encabezada por el Canciller Olaf Scholz, y que dispone de 178.000 millones de euros a fomentar la economía sostenible y las medidas de protección del clima.
Está financiado en parte por los ingresos procedentes del precio del carbón y de la compraventa de emisiones, y el dinero de que dispone se destinó al alivio de los altos precios de la energía para consumidores y empresas. Se desconocen los motivos por los que Alemania ha decidido destinar una parte de este fondo a financiar la construcción de una planta de fabricación de chips.
Por su parte, Intel tiene planes para invertir unos 30.000 millones de euros en la puesta en marcha de la fábrica, con una inversión que según Scholz es la mayor inversión directa extranjera en el país de la historia de Alemania.
En principio iba a invertir 17.000 millones de euros, con otros 7.000 millones de financiación gubernamental, pero el aumento de costes provocado por la inflación y la subida del precio de la energía disparó los presupuestos iniciales. Eso llevó a que la fecha de inicio de la construcción de la planta se pospusiera, y también a Intel a pedir más dinero público para ella.
Finalmente, Intel recibirá una financiación pública que incluirá apoyo convencional, en forma de subvenciones de dinero; y energía a precio reducido, según varias fuentes. Según el Ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck, el esfuerzo del país valdrá la pena, porque el gobierno va a conseguir una relación calidad/precio mejor gracias a este nuevo acuerdo.