En sus inicios, Airbnb buscaba replicar la idea de Couchsurfing, una plataforma que permitía a los viajeros alojarse en casas de otras personas sin costo, o hospedar a otros en sus propias casas.
Por un lado, esto posibilitaba conocer a gente nueva y explorar lugares desde una perspectiva local, o incluso llegar a destinos adicionales sin incurrir en gastos.
En Airbnb, el concepto era similar: el visitante pagaba y el anfitrión recibía dinero para cubrir gastos del hogar o rentabilizar su propiedad.
Sin una legislación que lo regulara, Airbnb se convirtió en un negocio multimillonario donde personas con propiedades bien ubicadas o fondos de inversión para comprar viviendas en el centro de ciudades comenzaron a comercializar el bien básico de la vivienda, generando polémicas relacionadas con la saturación de pisos.
Actualmente, su CEO, Brian Chesky, ha afirmado en una conferencia que este sistema en la plataforma "está roto".
Las ganancias y las altas tarifas
En marzo de 2023, Airbnb fue protagonista de una polémica conocida como el "Airbnbust", donde los anfitriones expresaron en Twitter su descontento por la reducción de márgenes de ganancia y una posible burbuja de alquiler a corto plazo.
Numerosos alojamientos expresaron su descontento al recibir menos visitantes de lo habitual, incluso durante eventos importantes como el Super Bowl en Estados Unidos, que atrae a multitudes.
Entre las razones, se mencionó que las personas ya no estaban interesadas en alquilar departamentos a corto plazo o que había muchas nuevas propiedades sin ningún control, lo que hacía que la plataforma mostrara alojamientos caros, volviendo los hoteles más atractivos.
Además, el competidor Vrbo introdujo una función solicitada por los usuarios de Airbnb: un programa de fidelización que otorgaba ventajas a quienes utilizaban su plataforma.
Los "gastos ocultos" en la plataforma
Uno de los grandes problemas de Airbnb es que los huéspedes buscan gastar menos dinero a cambio de un mejor servicio, lo que preocupa a los anfitriones por posibles caídas en las reservas y en sus resultados financieros.
En cuanto a los costos, la promesa es mostrar a los consumidores los precios totales por cada anuncio, con tarifas de limpieza transparentes y costos bajos. A pesar de encontrar un alojamiento, al momento de pagar, el precio aumenta considerablemente, proporcionando al mismo tiempo información para que los anfitriones puedan garantizar tarifas nocturnas competitivas.
Según Chesky, las últimas mejoras son "parches" para tapar grietas profundas en los cimientos de Airbnb, reconociendo la necesidad de ofrecer un servicio al cliente excelente y asequible.
Las claves de Airbnb
Desde sus inicios, el CEO señala que hay tres pilares en la plataforma: precios asequibles, confiabilidad y atención al cliente, aunque actualmente el tema de los costos no se cumple.
Chesky también reconoce que en ocasiones los clientes se encuentran con tarifas de limpieza muy altas, en alojamientos donde los dueños piden sacar la basura o dejar sábanas y toallas lavadas.
Por ahora, él propone que los anfitriones ofrezcan precios más bajos, brindando a los usuarios la opción de comparar precios de alojamientos en su entorno. Aunque no existe una función de comparación de hoteles, es necesario que los dueños busquen tarifas de hoteles en su área para tener una idea de lo que los clientes buscan en la plataforma.