En este sentido, no solo está mejorando la forma en la que la tecnología mejora la salud de los pacientes, sino también la seguridad con la que pueden trabajar y desarrollar todo tipo de procedimientos.
En este artículo mostramos las cinco tecnologías que tienen mayor potencial para llevar la atención médica al futuro y de las que se espera que tengan un impacto significativo en nuestras vidas a lo largo de las próximas dos décadas.
Telecirugía o cirugía a distancia
La cirugía remota, también conocida como «telecirugía», permite que un cirujano realice una operación compleja desde kilómetros de distancia, incluso desde el otro lado del mundo. Esto se logra mediante una combinación de robótica avanzada y conexiones de datos de alta velocidad. Con esta tecnología, los cirujanos pueden guiar instrumentos robóticos incluso desde la otra parte del mundo, ofreciendo atención quirúrgica experta.
Esta tecnología ya se está utilizando para algunos procedimientos como reemplazos de rodilla o cadera, pero ya se está investigando su potencial para su uso en áreas tan sensibles como la neurocirugía, o incluso la intervención en áreas tan delicadas como la columna.
Impresión de órganos en 3D
En un futuro no tan lejano, la bioimpresión en 3D podría poner fin a las largas listas de espera para trasplantes, ofreciendo soluciones personalizadas a pacientes que necesitan urgentemente un nuevo órgano, en un «mercado» que en muchos casos está caracterizado por la escasez.
Esta tecnología ya tiene potencial para crear tejidos biológicos y estructuras de órganos capa por capa, utilizando un proceso similar a la impresión 3D tradicional pero utilizando células vivas, a menudo llamadas «bio-tinta», como material de base.
Dado que la bio-tinta se «construye» a partir de las células del receptor, es más probable que el cuerpo acepte los tejidos trasplantados como parte de sí mismo, haciendo menos necesaria la terapia inmunosupresora y potencialmente evitando un gran número de rechazos.
Y aunque siendo realistas, aún habrá que esperar un par de décadas para que la impresión de órganos sea una realidad escalable, empresas de biotecnología como Vital3D ya están desarrollando tecnologías para mejorar la velocidad y precisión de la bioimpresión.
Nanomedicina
La nanomedicina es un campo innovador de investigación médica en el que se utilizan herramientas de tamaño microscópico para, literalmente, navegar por el cuerpo de formas antes inimaginables, apuntando a células específicas para aplicar un tratamiento personalizado.
Un área donde la nanomedicina brilla especialmente es en la administración dirigida de medicamentos. Y es que mientras que los «medicamentos tradicionales» pueden afectar tanto a células enfermas como a células sanas, las nanopartículas pueden diseñarse para administrar medicamentos de manera precisa a las células enfermas, minimizando los efectos secundarios y mejorando la eficacia del tratamiento.
A medida que avanza la investigación, la aplicación de la nanomedicina promete convertirse en un pilar en el futuro de tratamientos que serán mucho menos invasivos y avanzando en la cura de algunas de las enfermedades más desafiantes.
CRISPR
La tecnología de edición genética conocida como CRISPR (Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats) permite a los científicos dirigirse a segmentos específicos del ADN humano y reemplazarlos o modificarlos con precisión milimétrica. Esta tecnología se está desarrollando en empresas de biotecnología de todo el mundo.
Utilizando tales herramientas, los investigadores están avanzando considerablemente a la hora de en un futuro, poder tratar de forma preventiva un gran número de enfermedades que tienen su origen en nuestro código genético, como pueden ser la anemia falciforme, la ceguera congénita y distintas enfermedades cardíacas que se originan en un «ADN defectuoso».
Sin embargo, hay un largo camino por recorrer. Su aplicación en humanos sigue siendo un tema de debate ético y regulatorio y probablemente, de las que listamos en este artículo, esta sea la que tiene un horizonte de aplicación práctica más lejano.
IA para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades
La inteligencia artificial (IA) podría mejorar el panorama médico tanto a nivel administrativo como diagnóstico. La capacidad de la IA para examinar millones de artículos científicos e historias clínicas aumenta la capacidad de hospitales y médicos para mejorar drásticamente la atención al paciente.
En España, algunas comunidades autónomas ya han puesto en marcha algunos proyectos piloto que haciendo uso de la IA generativa (siempre supervisada) ayudan a los médicos a ofrecer mejores tratamientos, agilizando al mismo tiempo las consultas.
Sanidad conectada: desde la gestión del dato a la IA
Por supuesto, para que todas estas innovaciones (tanto las actuales como las futuras) se desarrollen de manera estable, con el mejor rendimiento y sobre todo, con seguridad, es necesario que los centros médicos cuenten con la infraestructura adecuada.
Es lo que os contamos en nuestro whitepaper «Sanidad conectada: desde la gestión del dato a la Inteligencia Artificial» un documento técinico en el que descubrirás:
-Qué herramientas tecnológicas mejoran la protección y confidencialidad de datos tan sensibles como los registros médicos.
-Cómo podemos asegurar la integración de diferentes fuentes de información y la gestión de enormes volúmenes de datos de forma centralizada.
-Cómo construir una plataforma eficiente, rápida y segura para mantener la calidad de las consultas de telemedicina.
-Qué papel está jugando la Inteligencia Artificial para mejorar la interpretación de imágenes médicas.