Monterrey, NL.-A más de un mes de que se aplicó la restricción de movilidad que tiene como objetivo incentivar a reducir la afluencia de ciudadanos en las calles, las afectaciones en el sector comercial han orillado a muchos a la bancarrota, tal como a los negocios pequeños e independientes que se encuentran cada vez más en la cuerda floja.
Desde negocios como restaurantes, servicios de reparación de electrónica o de organizadores de eventos, son tan sólo algunos de los ejemplos de aquellos que, con el objetivo de salir adelante, se ven obligados a escatimar su productividad.
Los negocios de fotografías para eventos sociales, que, al no ser esenciales, se ven afectados al no contar con eventos como bodas o quinceaños al estar prohibidos en la entidad. Tal es el caso del servicio de fotografía de Isabel Torres, quien desde marzo se ha visto en la necesidad de cancelar eventos y sesiones de fotografía en espacios como fundidora o la Estanzuela, pues el Covid-19, así como las medidas estatales, no lo permiten.
“Al principio sí afectó bastante ya que ahorita no es época ni de eventos ni de nada, pero también las locaciones en espacios públicos se limitaron cada vez más con el paso de la cuarentena. Fue ahora con la restricción de movilidad que los fines de semana para los negocios no esenciales llega a ser complicado porque todos tenemos el miedo de salir a la calle porque no sólo nos atenemos al contagio, sino que también las autoridades de seguridad nos llegan a llamar la atención y en ocasiones detener nuestro trabajo”, mencionó Isabel Torres quien tiene su negocio de fotografía desde hace ocho años.
Mencionó que las ventas han ido descendiendo hasta en un 80 por ciento, dada la prohibición de eventos sociales, o igual porque algunos clientes cancelan o postergan para hacer uso de los servicios hasta que no haya crisis de salud en el estado.
A su vez, negocios de comida que apenas agarraban vuelo antes de la pandemia, han regresado a su punto de partida debido a las complicaciones que representa mantener un comercio.
con giro alimenticio. Así lo mencionó Baruch Arguelles, encargado de un Food Truck ubicado en Cumbres.
“Nos vemos en la necesidad de adaptarnos a como podamos para que los clientes no dejen de venir a nosotros y para que tampoco nos prohíban emprender. Las afectaciones que tenemos son las mismas que cualquier negocio allá afuera, tan sólo que los que nos dedicamos a la comida pues tenemos que regular un inventario que con estas restricciones es cada vez más difícil por lo incierto que es esto del coronavirus”, señaló.
Aunque en su mayoría los dueños de negocios pequeños se ven afectados, están de acuerdo con que se apliquen medidas de seguridad par evitar mayores contagios, siempre y cuando las restricciones de movilidad sean más empáticas con aquellos que dependen exclusivamente de los negocios que emprenden.
“Yo no soy una actividad esencial, entonces tenemos que sobrevivir y hacer nuestra luchita y aplicar alternativas como arrebatar precios o dar descuentos a largo plazo para que nuestros clientes no se alejen, pero sigue siendo difícil, y no nos da un buen pronóstico a futuro”, expresó la fotógrafa Isabel Torres