Un total de 13 mil 700 árboles ha repartido entre la comunidad el Gobierno de Monterrey desde que implementó el programa "adopta un árbol" a través de la Secretaría de Desarrollo Urbano Sostenible (Seduso).
De esta forma, se busca que los ciudadanos se comprometan con el cuidado del espécimen para su correcta evolución, informó Brenda Sánchez, titular de Seduso, al llevar el programa al Parque Aztlán, en la zona norte de la ciudad.
Explicó que el plan de arborización incluye la adopción por parte de la gente, como una forma de impulsar la cooperación y responsabilidad ciudadana en el cuidado del ambiente.
Mencionó que la crisis hídrica obligó a dar más responsabilidades a la comunidad en este tema.
"Plantar en plazas ahorita lo tenemos descartado, porque mientras no garanticemos el agua va a ser un tema que tenemos que aprender a manejar con mucho cuidado a menos que tengamos agua residual o pipas cercanas al lugar", afirmó.
"Por lo pronto con este programa adopta un árbol trasladamos la confianza a un ciudadano que firma un documento de adopción y es como nosotros tenemos certeza que ese ciudadano lo va a cuidar bien".
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, para mejorar la calidad de vida de las personas se requieren entre 10 y 15 metros cuadrados de áreas verdes por cada uno, en la zona metropolitana tenemos 5.
La funcionaria consideró urgente la necesidad de reforestación, ya que servirá para incrementar la biodiversidad urbana, absorber el dióxido de carbono, filtrar partículas finas de contaminantes, polvo y humo, mejora calidad del aire.
Además de regular las temperaturas, producir alimentos y hábitat para la avifauna, mitigar el ruido y retener el agua pluvial (evitando inundaciones)
Con "adopta un árbol", los regiomontanos solicitan un ejemplar que reciben en su hogar o bien lo retiran en algún lugar cercano y se les ofrece un taller para su correcta plantación y cuidado.
Este sábado se llevaron al Parque Aztlán 200 individuos para entregar, todos de especies nativas como retama, encino siempre verde, mezquite y huizache, que se adaptan fácilmente al suelo y climas locales, lo que les permite un mejor desarrollo y vida más longeva.