María Esther Fernández Solís, Psicóloga Clínica con enfoque Cognitivo y Conductual, FAPSI de la Universidad Autónoma de Nuevo León advirtió que en la actualidad, regularmente vemos que hay muchas fallas en la comunicación entre padres e hijos.
“Hay un alejamiento de los niños sobre todo cuando entran a la pubertad y adolescencia”, dijo.
“Y cuando los papás no fomentaron ese lazo de diálogo con sus hijos, ellos lo adquieren en otros lugares que no son la familia. Por ejemplo, con el grupo de amigos. Pero si las amistades no son buenas, los patrones de comportamiento no serán los adecuados”, agregó.
Fernández Solís consideró que una de las razones del distanciamiento entre padres e hijos en la actualidad es debido a que ambos papás trabajan en tiempo completo, algo que no pasaba en décadas anteriores.
“Cada día vemos que las parejas jóvenes trabajan y los hijos se quedan al cuidado de los abuelos o en las guarderías. ¿Y qué pasa? Los padres los recogen, llegan cansados a la casa. Ellos quieren descansar y no hay diálogo con los niños”, comentó.
“Y lo que deberían hacer es darse el tiempo de conversar con ellos preguntándoles cómo les fue en la escuela o guardería, qué actividades hicieron o con qué amigos interactuaron”, señaló.
En este sentido, dijo que cuando esto pasa muy seguido, se vuelve crónico y las reglas que los hijos aprendieron de otros lugares, como en las guarderías, se quedan arraigadas en ellos.
Por lo anterior, cuando los padres quieren intervenir para modificar algo que no les gusta, ya no pueden hacerlo.
La Psicóloga Clínica con enfoque Cognitivo y Conductual manifestó los papás deben dedicar tiempo de calidad. Si de lunes a viernes ambos trabajan, entonces el fin de semana hay que generar ese vínculo por medio de actividades que padres e hijos disfruten.
Fernández Solís dijo que en ese tiempo es importante fomentar valores como la responsabilidad, honestidad, justicia y equidad, con los que, gracias a esa convivencia, se educa a los hijos.
“Si los valores no fueron inculcados por los padres y en la familia, con el tiempo los hijos van a buscar emular a otras personas, amigos o personajes ficticios”, puntualizó Fernández Solís.
Problemas que surgen en una
familia estable
Los principales problemas que aparecen en una familia estable y unida, son las salidas y horas de llegada al hogar cuando los hijos van a divertirse, así como la elección de la pareja.
“El tener diferencias en la forma de pensar entre padres e hijos ocasiona que surjan algunos problemas en la familia.
“Uno muy común es al elegir la pareja, porque los padres se entrometen mucho en la elección y eso a los hijos no les gusta. Aquí los papás tienen que ser sabios y aprender a respetar la decisión de los jóvenes a través del diálogo”, dijo.
La etapa donde los papás deben estar al pendiente de sus hijos es entre los 12 y 17 años de edad, porque es cuando empiezan a molestarlos y les hacen bullying en la escuela.
Cabe señalar que también pueden recibir amenazas por los compañeros o amigos, porque si dicen algo a los maestros o papás, los señalarán como llorones, chismosos y rajones.
Por este tipo de experiencias que no saben cómo sobrellevar, es cuando empiezan a callar y no expresan sus pesares y emociones.
En casos más severos como de abuso o acoso, tienen problemas para dormir y terrores nocturnos o se orinan.
“Los papás tiene que estar muy pendiente de sus hijos, porque a veces en la adolescencia la depresión no se manifiesta con tristeza, sino con ira, enojo e irritabilidad”, dijo la experta.
La especialista de la UANL manifestó que cuando los hijos ven en los padres todas las acciones anteriores, ellos verán el patrón que deben seguir en su vida en un futuro, tanto así, que cuando tengan su familia, realicen las mismas acciones.
Se necesita recuperar espacios
Jorge Ignacio Ibarra Ibarra investigador de la UANL, advirtió que es necesario recuperar espacios físicos y de tiempo para la convivencia familiar.
En éste sentido, comentó que las diversas circunstancias de la cultura, la tecnología, el ambiente y la población, entre otras, dificultarán cada vez más ese marco familiar que se tenía años atrás de padres e hijos, unidos en un mismo lugar.
“Considero que se avizoran cambios muy importantes por las circunstancias ya mencionadas, como la exigencia de movilizarnos de nuestros lugares de origen. Por ejemplo, en donde esto va a repercutir a lo que llamamos familia”, señaló.
“Es interesante que la familia está tomando muchas formas. Pero lo importante va a ser que se salve la comunicación, el diálogo y el afecto que nos puede dar un grupo de relaciones humanas”, dijo.
Las familias no se conocen
Al existir una ausencia de reconocimiento entre los integrantes, la falta de comunicación en la familia se vuelve muy grave, debido a que a pesar de estar en el hogar, no se conocen como deberían.
“En la actualidad hemos llegado al punto en que las familias dicen: ‘este es mi papá, mi mamá y ellos son mis hijos, pero no sé quiénes son’. Y empieza esta atomización de la sociedad en donde las familias son como una concha, sólidas por fuera pero por dentro está vacía”, comentó.
En las fotos publicadas en Facebook, se visualizan familias completas “pero en el hogar no hay comunicación, vínculos, afecto y amor”.
La recuperación de espacios físicos como parques de recreación o juego y el tiempo destinado a la familia son factores importantes para mantener un núcleo familiar estable.
“No sabemos administrar el tiempo, ya que estamos avasallados por un ritmo de trabajo que no permite mucho la convivencia familiar y hay que reflexionar mucho sobre esto; el cómo está estructurado el tiempo de trabajo y el de las escuelas para los niños”, comentó.