A pesar del desfogue que realiza la Comisión Nacional del Agua, las tres presas de Nuevo León promedian un llenado del 95 por ciento.
Esto debido a que los escurrimientos siguen llegando desde lo alto de la sierra, y así como el agua que sale de estos embalses, es la misma que llega.
Por tal motivo, poco o nada les ha estado afectando la apertura de las compuertas desde el pasado viernes y sábado.
Por ejemplo y a 18 horas de haber comenzado el primer desfogue de Cerro Prieto, esta presa se mantiene con un llenado del 101.8 por ciento, que es idéntico al que tenía previamente.
Las autoridades de la Conagua decidieron abrir al filo del mediodía, las compuertas del embalse ubicado en el municipio de Linares fueron abiertas debido a que los ingresos de agua superaron su capacidad de almacenamiento.
Hay que recordar que a la presa Cerro Prieto tiene una capacidad de 300 millones de metros cúbicos, con las precipitaciones de "Alberto, actualmente el llenado es de 305 hm3 del vital líquido, lo que quiere decir que le sobran cinco millones de metros cúbicos.
La misma situación es la que se presenta en la presa La Boca, ubicada en el municipio de Santiago, Nuevo León.
A pesar de que el sábado, las autoridades decidieron también abrir las compuertas actualmente su capacidad de almacenamiento es de 99.1 por ciento.
La situación más sorprendente es lo que acontece en el embalse ubicado en el municipio de China Nuevo León.
Aquí la presa El Cuchillo, que tiene 25 días en que las autoridades decidieron iniciar un proceso de desfogue debido a la gran cantidad de agua que ha estado captando tras las lluvias de "Alberto.".
De acuerdo con la Conagua la presa cuenta con un almacenamiento total del 84.1 por ciento.
Pero el agua le sigue llegando de la Presa de la Boca por tal motivo no se ha visto afectado sus niveles de captación.
El gran embalse continúa enviando 240 metros cúbicos por segundo a la presa Marte R. Gómez, en Tamaulipas, que está al 87.6 por ciento.
A pesar de esto, Agua y Drenaje de Monterrey pidió a la ciudadanía a no confiarse y seguir con el cuidado del agua.