En primera vuelta, el Congreso de Nuevo León avaló la reforma electoral que permitiría a los partidos políticos postular libremente el género de sus candidaturas a la gubernatura en 2027.
Lo anterior, se avaló con el respaldo de las bancadas del PRI, PAN, PRD y la diputada independiente Rocío Montalvo, aunque se aplazó la aplicación obligatoria de la paridad hasta los comicios de 2033.
Durante la votación las bancadas de Morena y Movimiento Ciudadano se abstuvieron manifestaron que se tuvo falta de discusión, opacidad en el proceso legislativo y uso político del dictamen.
En este sentido, Berenice Martínez, legisladora de Moreno criticó que la reforma se haya llevado con rapidez al Pleno y consideró que su contenido no representa un verdadero avance en materia de paridad y no erradica el nepotismo.
"Este Congreso debe preguntarse por qué la prisa, por qué legislar de manera atropellada y sin análisis serio. Teníamos cinco expedientes sobre el tema, pero solo uno fue tomado en cuenta por conveniencia", cuestionó.
Asimismo, Sandra Pámanes Ortiz, coordinadora de MC cuestionó la reforma al indicar que es una maniobra que protege intereses particulares del PRIAN, al dejar de lado la construcción de una democracia incluyente en la entidad.
"Nuestra democracia en Nuevo León no puede escribirse protegiendo los intereses de unos cuantos... ya basta de seguir por esa línea. Esta no es una ley de paridad ni de participación; es una ley a modo", comentó.
La iniciativa de reforma aplazará la obligatoriedad de postular un género distinto al de la elección anterior para las alcaldías hasta el año 2030, y para la gubernatura hasta el 2033.
Cabe destacar, que también se incluyen medidas contra el nepotismo, estableciendo que familiares directos de quienes hayan ocupado cargos no podrán ser postulados por el mismo partido en procesos inmediatos posteriores.