El gobernador Samuel García Sepúlveda advirtió ayer que no permitirá que se repita la historia de otros aspirantes a la presidencia de la República, a quienes no los dejaron llegar.
Durante una plática con jóvenes emprendedores, el mandatario estatal compartió los logros obtenidos en la materia de economía y política, e insistió en su intención de contender por "la grande".
A unos días de dejar la gubernatura y registrarse como precandidato presidencial por Movimiento Ciudadano, indicó que no esperará su turno como desea la "vieja política", ni se peleará con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Para ejemplificar, el emecista hizo alusión de otros gobernadores de Nuevo León que pudieron ser presidenciables, y los bloquearon.
Tal es el caso de Bernardo Reyes, quien aprovechó los estragos de la Guerra Civil para ir a Estados Unidos y traerse a Monterrey las industrias del acero, la cerveza, el vidrio y el cemento.
Sin embargo, el entonces presidente Porfirio Díaz no le permitió ir por la presidencia.
"Él, como todos, quería aspirar a la presidencia, pero Porfirio (Díaz) le decía: ´Aguántante, ya voy a salir´, y ahí se quedó aguantando 30 años", expuso. "Ese es otro error que no pienso repetir".
"Ni esperarme a lo que diga la vieja política, ni pelearme con el presidente", puntualizó.
En su charla también abordó el caso de Santiago Vidaurri, que logró unir los territorios de Nuevo León, Coahuila, parte de Tamaulipas y el Valle de Texas en uno solo.