Una mujer sufrió una crisis nerviosa, después de que recibió una llamada anónima cuyo interlocutor le dijo que tenían secuestrada a su hija de 19 años, y que la iban a matar si no cooperaba.
Por fortuna, la afectada recibió las amenazas justo cuando cerca de ella pasaba la tripulación de una patrulla de la Guardia Municipal de Apodaca, quienes resolvieron la situación.
La mujer, que viajaba a bordo de un vehículo en el cruce de la Avenida Miguel Alemán y la calle Zaragoza la tarde de este lunes, le hizo una seña a los preventivos para que acudieran con ella y escucharan las amenazas que le profería el desconocido.
La mujer, de 59 años estaba derrumbada por el terror que le sembró el sujeto que le habló por teléfono, pues le mencionó datos que coincidían con su hija de 19 años, tales como que trabajaba en una tienda.
Así como otra información general muy común, pero dado la circunstancia la madre de familia se encontraba presa del pánico.
Uno de los guardias de proximidad que la asistió le dijo al oído que cortara la llamada, que era un hecho que su hija no corría peligro, y aunque al principio la mujer se resistió, optó por hacerle caso al preventivo.
Sin embargo, enseguida la mujer rompió en llanto temiendo lo peor.
Gracias a que un familiar que acompañaba a la mujer proporcionó el teléfono de su hija, un guardia de proximidad de Apodaca la pudo contactar a su celular y la puso en altavoz, preguntando si se encontraba en peligro o si había recibido alguna llamada que la haya puesto en riesgo.
"No, aquí estoy trabajando", contestó la joven y enseguida los preventivos llevaron a la madre de familia ante su hija, que se encontraba en el sitio donde labora en el Centro de Apodaca, para que comprobara que estaba sana y salva.
Aunque se encontraba a sólo varias cuadras de distancia del sitio donde estaba su hija, a la madre de familia se le hizo eterno el trayecto, pero enseguida los policías la condujeron ante su familiar, a quien abrazó y besó, dándole gracias a Dios y a los policías por el apoyo que le brindaron.