Elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones buscan en hospitales y clínicas particulares, a dos pistoleros que resultaron heridos, al participar en la ejecución de un narcodistribuidor en la colonia Eduardo Escamilla de Guadalupe.
Fue el propio asesinado, quien, al repeler la agresión, logro herir con su pistola a dos de los tres sicarios que allanaron su vivienda para ejecutarlo.
La Fiscalía General de Justicia del Estado, indicó que, por el rastro de sangre, todo parece indicar que los pistoleros, resultaron heridos de gravedad.
Por lo cual, es seguro que buscaran atención médica.
Aunque, no se descarta que los saquen de la ciudad, para llevarlo a tender al vecino estado de Tamaulipas.
Los hechos se reportaron la madrugada del pasado viernes, en una casa ubicada en la calle Monte de las Cruces número 209 en la Colonia Escamilla, en Guadalupe.
En ese sitio fue asesinado un joven identificado como Ángel Ramón Marrufo, de 22 años, quien presuntamente se dedicaba a la venta de sus sustancias prohibidas.
Al momento de los hechos, estaba en compañía de su esposa y dos niños pequeños, quienes afortunadamente, resultaron ilesos.
Según la versión de la mujer, estaban ya dormidos, cuando entraron tres sujetos que destrozaron la puerta de una patada.
Mencionaron que prendieron las luces y luego comenzaron a disparar contra su esposo.
Indicó que su pareja siempre estaba alerta, pues en su profesión, tenía muchos enemigos.
Por lo cual, alcanzo a sacar una pistola que tenía debajo de la cama y también repelió la agresión.
Dijo que dos de los pistoleros se doblaron al recibir los impactos en su cuerpo y comenzaron a sangrar.
Aunque, Ramón Marrufo, los siguió hasta un pasillo, ya no pudo reaccionar y quedó sin vida.
Las autoridades mencionaron que, en esa misma casa, el año pasado fue asesinado otro hombre que fue identificado como Isaac Natanael Sandoval Mata, por lo cual, creen que está relacionado.
Los elementos de la AEI, se apoyarían con videos de cámaras de seguridad de negocios ubicados cerca de la escena de la ejecución para identificar a los vehículos en los que huyeron los agresores.