El jurado de la Quinta Copa Mundial de Fotografía Universitaria de León reconoció la composición, color y mensaje de las imágenes de César Aranda, estudiante de la Facultad de Artes Visuales, cualidades por las que obtuvo el tercer lugar de la competencia.
Con el tercer lugar obtenido en la Quinta Copa Mundial de Fotografía Universitaria, César Fernando Aranda Nuño, estudiante de sexto semestre de la Facultad de Artes Visuales de la UANL, cumplió también uno de sus principales objetivos como artista: retratar la comunidad rarámuri de la Sierra Tarahumara, donde realizó un voluntariado durante su adolescencia.
La Quinta Copa Mundial de Fotografía Universitaria de León, Guanajuato, tuvo como eje temático los afectos y paz para recuperar el mundo.
Oriundo de Mexicali, Baja California, Aranda Nuño se encontraba estudiando diseño gráfico y arquitectura en su tierra natal, pero decidió mudarse a Nuevo León para estudiar algo más relacionado con su pasión: el arte.
“Yo soy de Mexicali. Estudiaba diseño gráfico y arquitectura, pero noté que era una escuela más enfocada en el diseño que en las propuestas artísticas. Estuve tres semestres en la escuela y me salí buscando en Baja California algún sitio para estudiar algo relacionado con el cine o con contar historias, pero no lo encontré.
“En esta búsqueda apareció la Universidad Autónoma de Nuevo León y por eso vine aquí porque encontré que la planta de maestros de la Facultad de Artes Visuales ejercía en el medio artístico a la vez que daba clases”, comentó el joven.
Sus primeras fotografías
La Quinta Copa Mundial de Fotografía Universitaria se llevó a cabo en el marco del Festival de Fotografía Internacional de León, Guanajuato, y la invitación para participar en ella se dio a instancias de un maestro de la facultad de César Fernando Aranda Nuño, siendo la primera ocasión en que participaba en una competencia de fotografía.
“Cuando tomé esas fotografías yo tenía entre 17 y 18 años y no sabía nada del medio ni de fotografía. Las tomé y las guardé sin mostrárselas a nadie porque aún no estaba listo para la crítica. Durante mi estancia en la comunidad marista de la Sierra Tarahumara creo haber sacado la cámara no más de diez veces porque yo creía que aún no me había ganado la confianza de la comunidad".
César Fernando Aranda Nuño
Estudiante de la Facultad de Artes Visuales de la UANL
“Yo apoyé todo el tiempo que estuve en la comunidad marista con las labores de maestro rural. Ahí conocí a los niños que están retratados y supe de todas las carencias que vivían. Por ejemplo, había personas que para llegar a su comunidad tenían que caminar más de cuatro horas al día. También experimenté que los mayores temían a las fotografías porque consideraban que se les estaba robando el alma”, detalló Aranda Nuño.
Reconocen su mensaje
Con el paso del tiempo, César Fernando superó sus propias barreras y a última hora decidió cargar sus fotografías en el sitio virtual de la convocatoria. Material que el jurado terminaría premiando por su composición, color y mensaje.
“Yo encontré un voluntariado con la comunidad marista. Yo me encargaba de apoyar a niños de primaria y me di cuenta de que había gran rezago educativo porque algunos niños de sexto grado todavía no sabían leer ni escribir”, señaló.
“Siempre me apoyé en el arte para continuar pese a todos los obstáculos. Yo dibujaba mucho y allá casi no podía hacerlo porque no había luz eléctrica. Me traje la cámara y me daba pena. Me sentía intimidado cuando les tomaba fotografías a los adultos. No sabía que estaba yo haciendo fotografía documental. Cuando tomé la foto del premio ya llevaba yo casi un año ahí y la hice después de clase, donde los niños se quedan a dormir, porque es como un internado”.
César Fernando Aranda Nuño
El premio que obtuvo Aranda Nuño consistió en 10 mil pesos en material fotográfico que apoyarán su naciente carrera. Además de que el alumno de FAV ha comenzado a desempeñarse como fotógrafo de sesiones.