Raymundo Portillo Ríos, profesor de la Escuela de Arquitectura y Ciencias del Hábitat de la Universidad de Monterrey, elaboró una pieza con técnicas tradicionales y contemporáneas para la devoción de la comunidad creyente
Un Jesús resucitado, en su túnica blanca, de pie, que bendice con una mano mientras que con la otra sostiene un rollo cerrado ?signo de su transfiguración?, está plasmado en el cirio pascual realizado por Raymundo Portillo Ríos, profesor de la Escuela de Arquitectura y Ciencias del Hábitat de la Universidad de Monterrey.
La obra litúrgica del profesor de Arquitectura fue creada durante las seis semanas de la Cuaresma, pensada específicamente para la UDEM, con la intención de ayudar a los creyentes universitarios en sus rezos y meditaciones a lo largo de la época de Pascua.
"Es una obra hecha para la UDEM, pensando en el contexto de su Capilla, en los colores cálidos y la madera, y para consumirse dentro de las celebraciones (de la Pascua)", expuso el arquitecto venezolano.
Este cirio ?que permanecerá durante la cincuentena pascual, hasta el 28 de mayo, en el altar de la Capilla del Centro para la Comunidad Universitaria? está pintado con temple de huevo y acrílicos, como la iconografía tradicional, además del tema de los clavos sobre una figura en cruz.
Al principio, cuando Portillo Ríos estuvo buscando modelos, eligió a un Cristo transfigurado porque es un episodio clave del cristianismo donde Él se entrega a los demás, se abraza a todos, y, por eso, se representa su figura con rayos que emanan de su cuerpo, mientras que a su alrededor hay una serie de óvalos, que van de los más oscuros a los más claros.
Para el profesor universitario, estos óvalos alrededor de la figura de Jesús representan el paso de la muerte a la vida: "Cristo que vence la muerte y llega a la vida".
Para lograr esta obra, el artista probó diferentes técnicas, ya que la superficie de la vela era muy grasosa y no fijaba la pintura, hasta que halló una técnica antigua llamada encáustica, que busca diluir el pigmento natural en polvo, añadiendo algún tipo de sustancia grasosa.
Con todo, la vela pintada para la liturgia no es una pieza de la que Portillo Ríos reclame su autoría.
"El cirio pascual es un arte efímero que el artista ni siquiera debe firmar, porque es una obra que se entrega para uso de la Iglesia; la iconografía cristiana no se firma, el artista es como un artesano, que transmite el mensaje del Evangelio a través de su oficio", afirmó.
De acuerdo con el profesor de la UDEM, en el caso del cirio pascual se evidencia mucho más que en el resto del arte sacro, porque este implemento es una obra de la Iglesia, que se consume y se renueva todos los años.
"Me gusta pintar cirios pascuales, porque no solo es un signo litúrgico, sino que entra en la denominación del arte efímero, es una arte que desaparece, porque el signo del cirio es que alumbra, se consume y da la vida, como Cristo", estableció.
Adicionalmente, este cirio fue creado con un detalle del que carecen muchas otras piezas litúrgicas: un referente en la parte posterior ?en este caso, el dibujo de una palma o ramo verde?, en el lado que ve el sacerdote mientras oficia la misa, ya que el resto del arte sobre el altar solo lo aprecia la feligresía, que lo tiene de frente.