En una universidad de inspiración cristiana, en el mundo actual, es necesario incrementar el diálogo y poner en relación a las diversas profesiones y disciplinas del conocimiento, de acuerdo con el cardenal portugués José Tolentino de Mendonça.
El prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación de la Curia Romana tuvo un encuentro con la comunidad de la Universidad de Monterrey, la tarde del viernes 27 de septiembre, en la Sala del Claustro Universitario.
En el evento, estuvieron presentes Álvaro Fernández Garza, presidente del Consejo de la UDEM; el rector Mario Páez González; monseñor Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM); monseñor Alfonso Cortés, arzobispo emérito de León y responsable de la Dimensión de Educación y Cultura de la CEM.
Asimismo, asistieron vicerrectores, consejeros, directivos, docentes y estudiantes de la UDEM.
"En el mundo en que vivimos ahora, todos tenemos que ver, unos con los otros, por eso tenemos que dialogar más, tenemos que poner nuestras disciplinas en relación", señaló el prelado.
Tolentino de Mendonça afirmó que todas las universidades, y por supuesto con responsabilidad más grande una universidad de inspiración cristiana, tiene misiones muy definidas, como la de la transmisión del conocimiento y la investigación.
El líder católico se refirió a la transmisión del conocimiento como un gran arte humano, sin llegar a ser un "automatismo", sino que se trata de a profesores y alumnos en una relación que sea calificada éticamente y que sea una relación de fraternidad en la búsqueda del conocimiento.
"Lo que distingue la fuerza de una universidad es cuando el conocimiento es transmitido no solo en un modo eficaz, sino en un modo que ayuda a una visión integral de la vida; se transmite saberes, mas también sabiduría; se transmite un conocimiento, mas también criterios de vida", aclaró.
El cardenal destacó lo que la pandemia provocó: un acelerado desarrollo de los medios tecnológicos que permitió a la sociedad crear plataformas virtuales, pero también dejó en claro la importancia de lo presencial.
"Verdaderamente, una universidad funciona cuando nos permite una experiencia de inmersión en un contexto, en una comunidad, en un mundo de relaciones humanas que sean virtuosas en el sentido de que todos juntos valoran la contribución de todos y colaboran por objetivos comunes", explicó.
Tolentino de Mendonça calificó como fundamental en una universidad la dimensión de la investigación, ya que "una universidad no vive de la repetición, vive de la búsqueda, de la investigación sincera, de una verdad que se revela, cuando nos empeñamos con las metodologías científicas a buscarla en todas las áreas".
Agregó que es claro que una universidad en su conjunto es una comunidad de investigadores, porque sus alumnos los son desde el inicio y se preparan para serlo: "seguramente la Universidad de Monterrey es fuerte en su investigación".
"De una universidad de inspiración cristiana y católica se pide una responsabilidad de integrar en las temáticas de investigación los grandes problemas humanos, porque nuestra raíz es clara: nosotros no debemos huir de las cuestiones difíciles, al contrario, tenemos la responsabilidad de pensar en los grande dilemas, las grandes preocupaciones, que no son fáciles de solucionar; nosotros habitamos la complejidad", estableció.
En su mensaje de bienvenida, el rector Páez González recordó que el proyecto educativo de la UDEM surgió tras la preocupación por tener una universidad que prepara a las y los alumnos con un perfil más humanista y, después de 55 años, la UDEM sigue haciendo vida la misma visión que le dio origen.
El directivo universitario explicó que la Universidad de Monterrey, basada en su inspiración católica, valores y excelencia académica, forma integralmente a la persona para que contribuya a la construcción de una sociedad sostenible, trascienda con el servicio a los demás y alcancen su plenitud.
"El Pacto Global Educativo, propuesto por el papa Francisco, nos da la oportunidad de reflexionar y reafirmar nuestra esencia y nuestra misión educativa; encontramos una profunda coincidencia de esta propuesta con el modelo formativo de la UDEM, al tener como centro de nuestro quehacer a la persona; al escuchar y acompañar a nuestros estudiantes; y al promover el rol y el valor de la mujer en nuestra sociedad", apuntó.
Por su parte, monseñor Cabrera López subrayó que el actual es un momento muy especial para Iglesia, pero también para el país, "porque la Iglesia nos pone en sinodalidad, es decir, nos pide escucharnos y caminar juntos, la clave de la vida y también de la educación".
El arzobispo de Monterrey destacó la necesidad de mirar "hacia un mismo punto": primero la mirada a Cristo, pero también mirar a las y los hermanos.
"Ustedes saben que vivimos en una metrópoli, en una ciudad, con un gran cinturón de miseria, con mucha pobreza, juntos tenemos que ver esta realidad; y la misión de esta Universidad es esa: mirar este mundo que nos necesita", indicó.