La educación ha sido un pilar importante en la vida de Eréndira Rodríguez, recién egresada del Tec de Monterrey, quien ante la necesidad de apoyar a adolescentes y jóvenes creó Volamos Alto, un proyecto para combatir el rezago escolar.
Eréndira tuvo la oportunidad de exponer su proyecto en un evento en España de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Debido a la pandemia del COVID-19, Eréndira notó que mientras ella llevaba sus clases de manera diaria, otros solo tenían un par de horas a la semana dedicadas a la educación.
"En la pandemia vi que mi hermana, mis primos y conocidos tenían pocas horas de clase. Me di cuenta que no solo era un tema en mi casa, sino una problemática en la sociedad. Entonces decidí crear un proyecto que atendiera esta parte del rezago educativo".
Sin embargo, el camino no fue sencillo para la egresada de Ingeniería Física Industrial, pues tuvo que adaptarse a ciertas condiciones que no eran las óptimas para apoyar a estudiantes de secundaria con clases de matemáticas, física, química y biología.
Su sueño de ir de intercambio y su participación en la UNESCO
Uno de los sueños que Eréndira tenía en su estancia en el Tec era irse de intercambio antes de graduarse, sin embargo, no recibió la carta de aceptación de las universidades a las que aplicó.
"Tenía el sueño de irme de intercambio antes de terminar mi carrera, había planeado todo, irme un semestre antes de concluir mis estudios.
"Me organicé para dejar a otras personas todo lo que yo realizaba aquí, y apliqué a distintos lugares para irme de intercambio".
Lo que Eréndira no imaginó es que no recibiría la aceptación para viajar al extranjero por un semestre y continuar con sus estudios, lo que le provocó tristeza e incertidumbre.
"Cuando no me aceptaron fue muy difícil, pensaba en qué estaba haciendo mal para no haber sido aceptada. Después lo comprendí, pero en ese momento fue complicado.
"También fue un golpe de realidad porque había cerrado muchas cosas y pensé en qué iba a hacer ahora, qué seguía para mí y cómo iba a cumplir mis objetivos", recordó.
Uno de sus profesores vio la oportunidad para que Eréndira cumpliera su sueño, si bien no fue en un intercambio escolar, viajó a España para presentar en la UNESCO el proyecto Volamos Alto y con ello, cumplir su sueño de viajar a otro país.
"Le platiqué a uno de mis profesores, al doctor Kasonde Musoma que no había podido irme de intercambio y él me dijo ´te prometo que de una u otra manera vas a cumplir esa experiencia internacional en la universidad´.
"Un día me marca y me dice que me había mandado un correo y lo revisé y vi que era una invitación para una conferencia de la UNESCO en Barcelona en formato virtual y presencial", comentó.
En un principio, Eréndira pensó que la invitación era para conectarse a distancia, sin embargo, el profesor Musoma le dio la noticia que viajarían a Barcelona para participar como ponente.
"Me dijo que íbamos a ir, que el departamento de liderazgo del Tec había sido invitado y pedían a un estudiante que tenga un proyecto de educación que resuelva una necesidad creada por el Covid.
"Me dijo que no era solo ir a ver, sino a dar una conferencia sobre lo que estaba haciendo en el programa y a participar en un panel juvenil de mujeres que trabajan por la educación", dijo.
Fue así como obtuvo una experiencia internacional antes de graduarse; además explicó que su proyecto fue elogiado en España y se acercaron algunos jóvenes para ver cómo replicar Volamos Alto en sus países.
"Fui a dar una conferencia sobre lo que estaba haciendo con mi proyecto y a participar en un panel juvenil de mujeres que trabajan por la educación".
Se adaptan a dar clases sin Internet
Al inicio del proyecto, se tenía acceso a Internet, pero después fueron reubicados a un edificio sin red, por lo que los mentores tuvieron que ingeniárselas para continuar con las clases.
"Tuvimos que aprender a gestionar nuestro modelo con o sin internet porque trabajamos con la plataforma Khan Academy y se necesita el Internet y a nosotros nos cambiaron a un edificio sin red.
"Tuvimos que adaptarnos porque no podíamos dejar de trabajar, no podíamos dejar a los chicos que cada sábado están yendo contigo porque tienen la necesidad de aprender", comentó.
Explicó que algunos mentores hicieron rallys donde los estudiantes participaban en retos, otros llevaban ejercicios en hojas de máquina, con la finalidad de no atrasar a los adolescentes en sus cursos de regularización.
La egresada de 22 años de edad, se acercó al gobierno de Apodaca, Nuevo León, de donde es originaria y encontró junto con el Tec, el apoyo para cristalizar su proyecto.
"Me acerqué a una consulta ciudadana con el Alcalde y escuchó la propuesta y le gustó y así comenzamos en Apodaca a dar clases a estudiantes de secundaria.
"Hicimos un piloto con 300 chicos de Apodaca y nos reuníamos en un auditorio municipal los sábados y teníamos que ver qué podíamos hacer para que fuera gratis, que no le cueste el estudiante y que le dé un beneficio adaptado a sus necesidades", agregó.
Involucra a Líderes del Mañana
Eréndira Rodríguez recibió la beca Líderes del Mañana, la cual cubre el 100 por ciento de la colegiatura para estudiar en el Tec de Monterrey.
A este proyecto se unieron otros jóvenes que son parte del programa Líderes del Mañana y fungen como tutores de los adolescentes y jóvenes a quienes ayudan a regularizarse en materias que se les dificultan, además de contarles como servicio social.
A dos años de la creación de Volamos Alto, los estudiantes del Tec del programa Líderes del Mañana dan clases en seis distintas sedes en el municipio de Apodaca.