Mantienen viva tradición de altares de muertos

Un total de 38 dependencias se sumaron a la gran fiesta con que la UANL rinde homenaje a las personas que han dejado una huella imborrable en la comunidad.



El Día de Muertos se vive como una gran fiesta en la UANL gracias al Certamen de Altares de Muertos que se realiza año con año.

Colores, sabores y mucha tradición llenan los pasillos de diversas dependencias que participan en esta convocatoria, la cual une a la comunidad universitaria para recordar a aquellos que ya no están con nosotros, pero que dejaron una huella imborrable en nuestra vida.

"Más allá de un certamen de altares de muertos, hemos logrado hacer en la Universidad con este programa toda una fiesta, un festival en torno al Día de Muertos".

Lizbet García Rodríguez

Directora de Desarrollo Cultura de la UANL

"Certámenes como el de los altares de muertos, más que ir dirigidos al talento individual, van a una colectividad por la manera en que las escuelas se involucran en su realización y por otro lado va enfocado a la preservación de las costumbres, de la identidad tan única que hay en México en esta manera de ver la muerte, convivir con la muerte y hacer con ella una fiesta", indicó.

Recuerdan a personajes entrañables

En este certamen se registraron 38 altares de diferentes dependencias universitarias, las cuales dedican semanas, incluso más tiempo, para la elaboración de su altar, con el que rinden homenaje a diversos personajes nacionales e internacionales y universitarios.

"Predominan artistas fallecidos, como Pedro Infante, Celso Piña, Juan Gabriel, Frida, Rosario Castellanos; personajes históricos como Pancho Villa; así como excompañeros universitarios, docentes que han fallecido como Luis Eugenio Todd. Entonces se vuelve una manifestación de cultura popular, pero también se vuelve una manifestación de solidaridad, de cariño, donde se involucra todo una escuela en función de un proyecto.

"Lo que hace que el jurado defina a los ganadores, además de todo lo técnico que pueda calificar, es una labor de investigación y documentación del personaje al que se dedica la ofrenda. Todo va sumando, como el planteamiento estético, pero también que cumpla con los requisitos de lo que debe llevar un altar, que las personas que vayan a exponer sean capaces de explicar por qué el altar está montado de esa manera y también que sean capaces de dar un mensaje contundente en torno al personaje".

Lizbet García Rodríguez

El certamen reconoce a los tres mejores altares a través de un jurado que elige la Secretaría de Extensión y Cultura y su Dirección de Desarrollo Cultural, que se encarga del trabajo de logística y administrativo detrás de esta gran tradición, en que participan los campus ubicados en la zona metropolitana de la ciudad, pero también en otras localidades del estado.