Un viaje siempre será algo más que el desplazamiento de un sitio a otro, pues se concluye con el retorno, donde nadie regresa íntegro ni es el mismo desde la partida.
Eso pareciera decirnos la voz narrativa de Los peces que jamás serán pescados, colección de cuentos de Donnovan Yerena (Morelia, 2001), publicada por la Editorial Universitaria de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
El libro consta de relatos y poemas en prosa que anteceden a cada uno de ellos, como en "He visto riachuelos en Valladolid (Región Bajío)", donde el autor devela los motivos de este viaje por la geografía michoacana, sus monumentos, playas y habitantes.
La historia poética de cuatro amigos
Donnovan Alejandro Yerena Briz estudia el octavo semestre de la Licenciatura en Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL y ha sido becario del Centro de Escritores Universitarios de la Casa Universitaria del Libro, donde trabajó los relatos de Los peces que jamás serán pescados.
"Son seis cuentos y cada uno tiene un preludio de prosa poética. Son 12 capítulos en general, pero cada cuento viene antes precedido por una cuartilla, que es la historia de cuatro amigos que van en un viaje desde otro estado a la playa de Michoacán.
"El libro fue el que escribí cuando fui becario en el Centro de Escritores Universitarios hace tres años. Mi proyecto iba de eso: recopilar el estado michoacano, sus tradiciones. Cuando surgió la oportunidad de presentar el proyecto para la editorial fui seleccionando ciertos cuentos, pero hubo uno en particular, el primero, que abre todo, que se llama ´Cuando fuimos playa en eclosión´, que recoge la historia de los cuatro amigos".
Donnovan Yerena Briz
Escritor
El lugar de pescadores
Yerena Briz comentó que el título refiere al animal simbólico de su estado natal (el pez blanco), ya que Michoacán significa "el lugar de pescadores", en donde se entreteje una serie de simbolismos atraídos por las redes de la prosa poética. "Si te detienes a ver esa playa en Maruata, seguro caes bajo su ritmo e influjo", dijo.
"Creo que es parte de mi identidad como michoacano, y aparte a mi primer novio de la preparatoria yo le decía Pez, porque cuando nos juntábamos en mi casa comíamos atún con limón. Luego el vato me terminó y así, como de despecho, empecé a escribir el personaje del pez".
Donnovan Yerena Briz
La tradición oral, las historias y mitos preservados por los abuelos están presentes en la narrativa de Yerena, quien considera a los textos como esos habitantes del mar que continuarán vivos cada que la tradición los extienda sobre el sol.
"Me di cuenta de que el mismo animal cambia de nombre una vez que se muere. Les decimos pez cuando están vivos y pescados cuando mueren. Se me hizo padre hacer esa analogía que son como peces y siguen vivos a través de la tradición oral", señaló el autor.
Punto medio entre poesía y narrativa
Entre sus autores de cabecera se encuentran los sudamericanos Julio Cortázar y Pedro Lemebel, quienes acompañan el trabajo literario de Yerena, quien, a sus 22 años, se ha decantado por la poesía y la narrativa. Pero Donnovan desea ser ensayista, regresar a Michoacán y devorar un gaspacho de sol.
"Lo que me hizo querer escribir fue haber sido becario. Creo que muy dentro de mí quiero ser poeta, tal vez porque lo que he estado leyendo últimamente es poesía. Por eso cuando escribo narrativa se mete por ahí la prosa poética, pero lo que me gustaría más es ser ensayista; me han estado invitando a participar en Armas y Letras y creo que en el ensayo he encontrado el punto medio entre la poesía y la narrativa".
Donnovan Yerena Briz
Los peces que jamás serán pescados, libro editado por Editorial Universitaria dentro de la colección Ínsula, ya se encuentra a la venta en la Feria del Libro de Monterrey 2023, así como en las distintas sucursales de la Librería Universitaria.