Profesores e investigadores de posgrado de la Facultad de Ciencias Químicas de la UANL desarrollaron la patente de una tinción que ayuda a seleccionar e identificar las células anormales dentro del organismo.
En 2020, el cáncer fue la principal causa de muerte en todo el mundo, atribuyéndosele más de 10 millones de defunciones. Sin embargo, la OMS establece que la mortalidad del cáncer se reduce si se detecta y se trata a tiempo.
Con la finalidad de identificar de una manera más rápida y efectiva las células cancerígenas, profesores e investigadores del área de posgrado de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Nuevo León desarrollaron la patente de una tinción que ayuda a seleccionar e identificar las células anormales dentro del organismo.
El equipo de investigadores encabezado por el profesor investigador Víctor Manuel Jiménez Pérez patentó una tinción que permite seleccionar estas células mediante rotores moleculares fluorescentes de boro.
De acuerdo con literatura especializada, las células cancerígenas cuentan con una densidad alta, lo cual permite que, a partir de la tinción celular desarrollada, exista una rotación molecular y se establezca una propiedad fluorescente en las células anormales que faciliten al cirujano extraerlas de una manera más selectiva sin afectar a las células que no tienen propiedades cancerígenas.
15 años de investigación
Jiménez Pérez indicó que el equipo de investigadores tiene alrededor de 15 años estudiando las propiedades no tóxicas del boro y añadió que la nula toxicidad de este material ayuda a no matar tanto a las células sanas como a las células cancerígenas, resaltando a estas últimas mediante la luminiscencia.
"Nuestro primer artículo sobre rotores moleculares lo publicamos en 2017, sin embargo, la propiedad luminiscente de boro la empezamos a estudiar hace 15 años. Nos atrajo mucho el boro por su nula toxicidad. Eso nos invitó a utilizar esa propiedad biológica y física en células ya que este elemento no va a matar a las células sanas debido a su baja toxicidad".
Víctor Manuel Jiménez Pérez
Profesor investigador de la Facultad de Ciencias Químicas
"Tenemos rotores moleculares que son tóxicos a base de estaño que se utilizan en ensayos in vitro, pero estos obviamente no tienen una potencial aplicación en vivo. De esta forma, los compuestos de boro, al mostrar una actividad tóxica muy baja, no matan a las células y permiten potenciar esta aplicación", indicó.
El profesor investigador de la Facultad de Ciencias Químicas añadió que esta invención tiene posibilidades de escalar su producción a nivel industrial, lo que podría ayudar al diagnóstico oportuno del cáncer en el mundo entero.
"Nosotros podemos escalar este producto a nivel industrial, tiene una potencial aplicación en la biomedicina, mediante este proyecto, creo que estamos contribuyendo a resolver este gran problema de salud", apuntó.
De igual manera, en el área de la medicina, este tipo de rotores moleculares podría contribuir a mejorar la resolución de bioimágenes. Además, en el ámbito de la industria, el proyecto podría funcionar como un sensor de la temperatura a nivel molecular o como un sensor de la viscosidad en aceites.
Trabajo en equipo
Durante el desarrollo de esta patente, los investigadores destacaron el trabajo colaborativo de instituciones tanto en la Universidad como fuera del país.
Jiménez Pérez destacó que la colaboración con diversas instituciones eleva el nivel de investigación de la propia Universidad Autónoma de Nuevo León.
"La colaboración con otras instituciones ha sido muy fructífera; hasta el momento hemos publicado varios artículos en revistas de alto impacto y eso nos permite a nosotros elevar nuestro nivel de investigación y dar una explicación más profunda acerca de los fenómenos que analizamos".
Víctor Manuel Jiménez Pérez
"Esta patente es producto de un gran equipo de trabajo compuesto por estudiantes y profesores investigadores. Este trabajo se debe al esfuerzo de muchas personas que nos han permitido avanzar en el terreno de la ciencia", afirmó.
La patente ha sido reconocida a nivel nacional al recibir un total de cinco títulos de registro de propiedad industrial ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.
Asimismo, este año el proyecto fue reconocido con el Premio UANL a la Invención 2024, destacando por su contribución a la innovación e investigación científica en el estado.