Cuatro alumnas de la Universidad de Monterrey crearon la marca de accesorios artesanales Pavlova, reutilizando el cuero de las zapatillas de punta de ballet, como Proyecto de Evaluación Final para graduarse de la Licenciatura en Diseño de Moda de esta casa de estudios en el semestre Primavera 2023
Cada paso que dé una bailarina se convertirá en un accesorio innovador y único ?incluso personalizado? para una mujer, de acuerdo con un proyecto de un equipo de alumnas de la Universidad de Monterrey, que gira en torno a la creación de una marca de marroquinería artesanal.
En este modelo de negocios, las ahora diseñadoras se enfocaron en accesorios realizados con cuero reutilizado de las zapatillas de punta de ballet ?desgastadas por la firmeza del relevé (elevar los talones del suelo)?, cuyo desecho en conjunto, por otra parte, provocan un problema de contaminación.
Los residuos se transforman en bolsos y accesorios con diseños sofisticados, únicos y femeninos, y, en el caso específico de las bailarinas, prolongan su relación con lo que alguna vez calzaron y generaron arte.
Natalia García, María Fernanda Esquivel, Elsa Martínez y Melina Briseño elaboraron el Proyecto de Evaluación Final (PEF) Pavlova, su marca de bolsos artesanales, para graduarse de la Licenciatura en Diseño de Moda de la Universidad de Monterrey en el semestre Primavera 2023.
Del proyecto, se contempla generar una colección que será diseñada para la temporada de Primavera / Verano 2024, dirigida en su primera etapa a un mercado específico: mujeres jóvenes de entre 16 y 24 años, residentes de Monterrey y su área metropolitana.
Elsa afirmó que Pavlova propone una solución innovadora al buscar extender la vida del cuero de las suelas de las zapatillas de punta de ballet, elaborando productos pre-loved, sustentables y duraderos con diseños creativos, originales y únicos, que además puedan conectar emocionalmente con el mercado.
La diseñadora explicó que se contempla una línea de artículos custom-made (por encargo), dirigida a bailarinas de ballet clásico que quieran convertir sus zapatillas de punta en algún accesorio Pavlova.
"De esta manera se le agrega ese valor sentimental y especial a los accesorios que salgan de esta línea, teniendo como resultado productos con una historia todavía más personal y profunda que conecta de manera especial con el consumidor final", expuso.
MODA CIRCULAR vs. CONTAMINACIÓN POR EL CUERO
La idea surgió cuando Natalia, al pasar varios años viviendo bajo el mismo techo que una bailarina profesional de ballet, pudo presenciar la cantidad de zapatillas de punta que su hermana desechaba cada temporada.
"La vida útil de las zapatillas es corta, genera una cantidad importante de desechos de puntas y desperdicia el cuero de las suelas", sostuvo Elsa.
El nombre de la marca está inspirado en la bailarina rusa Anna Pavlova, quien incorporó las suelas de cuero a las zapatillas, ayudada por artesanos.
En la investigación que las alumnas de la UDEM realizaron, se presenta como alternativa la economía circular, que promueve el consumo responsable para reducir desechos, reciclando y reutilizando materiales.
"La moda circular es cómo rescatar estos productos que ya no tienen uso y se convierten prácticamente en basura para darle una segunda vida; (con el proyecto), estamos evitando usar cuero virgen y se trata de disminuir ese proceso", señaló.
La industria del cuero es considerada como una de las más contaminantes por su alto consumo de agua y alta liberación de químicos inorgánicos, por lo que la principal preocupación del mercado del cuero es el impacto ambiental de esta industria.
Como lo especifica el estudio, curtir una tonelada de cuero con cromo, genera de 45 a 50 metros cúbicos de aguas residuales con arsénico, plomo, cromo, hierro, cobre, zinc, níquel y cadmio.
"Desechar incorrectamente las aguas residuales tiene consecuencias importantes en el ambiente, contaminando cuerpos de agua; el agua subterránea contaminada penetra en las fuentes de agua a nivel del suelo a mediano plazo, creando un desastre ambiental a gran escala", indicó Elsa.
Los desechos de las zapatillas de ballet ?cuyos principales materiales son el cuero de las suelas, además de algodón, pegamento, cartón, papel y satín? contribuyen a este impacto ambiental.
Y, según el INEGI, existen alrededor de 334 academias de ballet clásico en el país, así como siete compañías de ballet clásico.
De acuerdo con los resultados de la investigación de las alumnas, el 46 % de las bailarinas de ballet en niveles principiante e intermedio que fueron encuestadas cambian sus zapatillas de punta en un lapso menor a tres meses, porque usar puntas gastadas aumenta el riesgo de padecer lesiones en tobillo y pie, afectando el desempeño de las bailarinas.
HECHOS 100 % A MANO
La marca de las ahora profesionales del diseño maneja accesorios hechos 100 % a mano por artesanos locales expertos en marroquinería artesanal, lo que garantiza calidad y cuidado especial en cada paso del proceso de construcción.
"Elaborando de esta manera nuestros productos buscamos también celebrar el trabajo artesanal mexicano, enfocándonos en crear artículos de cuero que sean sustentables, duraderos, únicos y originales", comentó Elsa.
El proceso vigila y garantiza que cada suela que se rescata de cada zapatilla siempre será diferente a la anterior, dándoles ese toque especial de individualidad a cada producto.
"Buscamos conservar la silueta dada por las suelas de las zapatillas, por lo que la mejor manera de hacerlo es sobreponiéndolas; por el tema de que es material reutilizado y dar originalidad al producto, nosotras quisimos dejar las marcas de las suelas, las tallas, a veces la marca de las zapatillas", indicó.
Los prototipos presentados en su PEF fueron bolsas, estuches y tarjeteros, y forman la primera colección de Pavlova, aunque contemplan la posibilidad de crear otro tipo de productos, como fundas para laptop y iPad o portapasaportes.
La alumna señaló que la demanda de productos elaborados con materiales reciclados, upcycled y reutilizados están al alza.
Por eso la idea fue crear una colección de productos sustentables y duraderos que puedan conectar emocionalmente con el mercado, creando artículos pre-loved.
"Los productos pre-loved significa que fueron algo antes de lo que son ahora; es como dar a entender que el material tuvo una historia previa, de que ya ´vivió´ ciertas cosas", apuntó.
Actualmente, el equipo de exalumnas están recibiendo apoyo del Hub de Emprendimiento de la UDEM a través de diversos asesores.