Bernardo Urriza Arellano, Alfredo Quintero y Gerardo Arizmendi, egresados del Tec de Monterrey campus Ciudad de México han creado su primer coche eléctrico inteligente.
“Es un proyecto mexicano que promete hacer frente a las marcas automotrices más innovadoras del mundo”, explicó Bernardo.
Los egresados explicaron que el objetivo del proyecto es aportar a la solución del cambio climático global, a la vez que se abre un mercado emergente en el país.
“México, uno de los diez países que más coches produce a nivel mundial, virtualmente ninguno de origen mexicano.
“Las implicaciones de empleo nacional son significativas, pero más que ello, la pasión por hacer uso de la tecnología como una herramienta con la que es posible impactar positiva y significativamente a la sociedad”, dijo Alfredo.
Gerardo, Alfredo y Bernardo trabajaron durante un año para entregar el primer prototipo del llamado ANSSATZ MARK 1.
“Es un diseño patentado cuya meta es demostrar que la industria automotriz eléctrica mexicana es viable, ambientalmente necesaria, socialmente positiva y tecnológicamente deseable.
“Su diseño integra la más alta tecnología en telecomunicaciones, sistemas digitales e inteligencia artificial para brindar al usuario una experiencia novedosa, fácil de usar y disfrutable, a la vez que aporta a una causa medioambiental y social”, explicó Gerardo.
Es un diseño patentado cuya meta es demostrar que la industria automotriz eléctrica mexicana es viable.- Gerardo Arizmendi
¿Cómo surge la idea?
Los tres egresados compartieron cómo fue que decidieron iniciar con este proyecto, el cual pretende romper paradigmas.
“Surge con la idea de romper con los clásicos paradigmas que la industria automotriz ha creado, comenzando desde la geometría del chasis hasta el hecho de que la vasta mayoría del CO2 que producimos como humanos viene de la industria de combustión interna.
“ANSSATZ busca generar un esquema de producción más dinámico, limitado no por la mercadotecnia o la logística, sino por las leyes físicas mismas”, agregó Bernardo.
Además, comentaron que la clave del diseño de ANSSATZ es su simplicidad, al utilizar apenas una fracción de las piezas que se emplean en la fabricación de vehículos a gasolina y siguiendo una filosofía altamente escalable.
Explicaron que el diseño promete darle al vehículo la capacidad de moverse omnidireccionalmente y, en los próximos años, la habilidad de manejarse sólo.
“Últimamente lo que todos buscamos es simple de poner en palabras: felicidad. Felicidad que requiere primero bienestar, y luego motivación.
“Esta es la premisa del proyecto, y lo que impulsa a cada uno de sus miembros a trabajar para que esa motivación se vuelva un cambio positivo en el país y el mundo”, finalizó Urriza.