El líder norcoreano, Kim Jong-un, inspeccionó una fábrica de tanques considerada "clave" para el país, donde destacó la modernización de los diseños nacionales y pidió aumentar la producción en serie, informó el domingo la agencia estatal KCNA. Durante su recorrido por las instalaciones, Kim evaluó los avances tecnológicos aplicados a los vehículos blindados y afirmó que estos esfuerzos son fundamentales para alcanzar la "segunda revolución en las fuerzas blindadas" del ejército norcoreano.
Aunque no se especificó la fecha ni la ubicación exacta de la visita, la prensa oficial describió el complejo como un centro de gran importancia.
Kim estuvo acompañado por altos mandos del régimen, quienes respaldaron su llamado a acelerar los programas de modernización militar, que incluyen no solo vehículos blindados, sino también sistemas nucleares y de misiles.
Esta actividad se enmarca en el contexto de crecientes sospechas por parte de Estados Unidos y Corea del Sur sobre una posible cooperación militar entre Corea del Norte y Rusia.
Según funcionarios de ambos países, Pyongyang podría estar recibiendo asistencia técnica de Moscú a cambio del envío de armas y tropas para la guerra en Ucrania, aunque por ahora no existen pruebas concluyentes.