Visita el papa León XIV la Mezquita Azul sin momento de oración

En un gesto cargado de simbolismo, el papa León XIV ingresó este sábado por primera vez en su pontificado a una mezquita al visitar la histórica Sultan Ahmed

En un gesto cargado de simbolismo, el papa León XIV ingresó este sábado por primera vez en su pontificado a una mezquita al visitar la histórica Sultan Ahmed —la célebre Mezquita Azul de Estambul— durante su tercer día de actividades en Turquía. 

Sin embargo, su presencia no siguió el guion tradicional marcado por sus antecesores.A diferencia de Benedicto XVI y Francisco, el pontífice decidió no realizar un momento de oración dentro del recinto islámico.

El muecín Askin Musa Tunca, quien lo acompañó durante el recorrido, explicó que inicialmente se le había informado que el papa tendría un espacio de alabanza. 

Pero cuando lo consultó directamente, León XIV respondió que prefería limitarse a conocer el lugar.

La visita se desarrolló junto a Ali Erbas, presidente de la Dirección de Asuntos Religiosos de Turquía (Diyanet), con lo que León XIV se convirtió en el cuarto papa en pisar una mezquita y el tercero en cruzar las puertas de la Mezquita Azul. 

Aunque se esperaba un momento de recogimiento orientado hacia La Meca —tal como hicieron Benedicto XVI y Francisco—, el pontífice declinó la invitación. 

"Se le explicó que ésta era la casa de Alá y que podía tener un momento de alabanza, pero dijo que estaba bien así", relató el muecín.

El líder de la Iglesia católica recorrió descalzo el recinto durante unos 20 minutos, siguiendo la tradición islámica, observando en silencio los mosaicos azules de Iznik que dan identidad al lugar.

Tras la visita, el Vaticano emitió un mensaje para aclarar su postura: "El papa León XIV ha vivido la mezquita en silencio, en espíritu de recogimiento y escucha, con profundo respeto del lugar y de la fe de quienes rezan allí", señaló la oficina de prensa de la Santa Sede.La Mezquita Azul, construida en el siglo XVII frente a Hagia Sophia, es considerada una de las joyas arquitectónicas del mundo islámico. 

Su edificación desató controversia en su época por contar con seis minaretes, lo que fue visto como un desafío a La Meca, que respondió añadiendo uno más a su propia mezquita.

El camino de los papas hacia mezquitas comenzó en 2001 con Juan Pablo II en Damasco, un gesto que abrió puertas al diálogo interreligioso. Benedicto XVI y Francisco reforzaron esa línea con momentos de oración silenciosa en Sultan Ahmed. 

Este episodio se inserta en una gira papal centrada en el entendimiento entre culturas y religiones, en la que León XIV ha reiterado que los encuentros simbólicos, aun sin gestos litúrgicos, pueden impulsar puentes diplomáticos y reforzar el mensaje de convivencia.