Washington.- La investigación a la que fue sometida al secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, por haber mantenido una relación íntima con una empleada prolongada que violó las disposiciones internas sobre "el sentido común y buen juicio ", aunque no de forma intencional.
"La Investigación Externa concluyó que el secretario general violó las Reglas y Regulaciones de la OEA en lo que concierne a las disposiciones sobre el sentido común y buen juicio y las obligaciones éticas adicionales para el secretario general", apuntó ese texto al que tuvo acceso EFE este lunes.
Al mantener la relación íntima permitiendo a la vez que la funcionaria de la OEA continuara colaborando como parte integral de su equipo de asesores, "violó sus obligaciones éticas adicionales y contravino el espíritu mismo del 'sentido común y el buen juicio' requerido siempre para todos los miembros del personal y demás proveedores de servicios de la Secretaría General", apuntó ese texto.
Almagro, que fue canciller de Uruguay entre 2010 y 2015, está al frente de la OEA desde 2015. Fue sometido a una investigación para determinar si, en el marco de su relación sentimental con una subordinada, infringió reglamentos de la OEA.
Almagro, según los abogados del gabinete Miller & Chevalier, encargado de esa evaluación, analizó internamente y consultó con sus asesores el alcance de las obligaciones sobre conflicto de interés bajo el Código de Ética y mantuvo una distancia administrativa y jerárquica con la funcionaria suficiente para evitar la configuración de una relación superior-supervisado.
Miller & Chevalier estimó que la violación al código ético surge precisamente de "no haberse abstenido de trabajar en estrecha colaboración y cercanía con la funcionaria" tras haber iniciado la relación íntima o, en su defecto, haber continuado con la relación mientras trabajaba en estrecha colaboración y cercanía con esa empleada.
La polémica en torno a esa relación se desató poco después de que la Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) decidiera en septiembre pasado por mayoría destituir a su presidente, Mauricio Claver-Carone, por tener una relación amorosa con una subordinada, algo que este último negó.
Miller & Chevalier apuntó que sus hallazgos "sugieren" una revisión de las reglas y regulaciones de la OEA "de manera tal que en el futuro se evite este tipo de situaciones".