El expresidente Donald Trump y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, se disputan la nominación del partido republicano en el siempre peleado estado de Iowa.
De acuerdo con analistas, el estado puede suponer un papel crucial rumbo a la carrera por la Casa Blanca en el 2024, pues para Trump, quien está en busca de un segundo mandato, vencer en los comicios el próximo 15 de enero sería una oportunidad inmensa de volver a contender por la presidencia.
Por su parte, DeSantis pretende consolidar su aclamada figura al sur del país, representando una vía alterna a la imagen de Trump dentro del lado conservador de los Estados Unidos.
Para el estratega del partido republicano Terry Sullivan, si Trump llegara a perder en Iowa, DeSantis tendría una oportunidad real de hacerse con la candidatura y enfrentar al candidato demócrata, quien parece ser el presidente Joe Biden.
"Trump ha edificado todo en torno a ser un candidato invencible, si no gana ahí, esto se convierte en una carrera real".
Como Iwoa es el primer estado en votar, tanto políticos como residentes esperan dar una primera imagen optimista en la entidad, y así dictar el resto de la elección.
Además, al tratarse de una población exigente respecto a los candidatos y gobernantes, en Iowa esperan que los aspirantes se muestren cercanos y honestos con los votantes, lo que provoca todavía más presión entre Trump y DeSantis.
Según información de medios estadounidenses, desde que comenzó su campaña, el gobernador de Florida apenas y sale de Iwoa y se comprometió a visitar todo el territorio en los próximos meses.
Tras ello, el expresidente ha acudido varias veces al lugar, con el fin de no perder la simpatía de sus allegados y, de paso, robarle unos cuantos a DeSantis.
Pese a que el gobernador de Florida cuenta con una campaña intensa y eficaz en el estado, la presencia hacia Trump será difícil de combatir, pues el magnate ya fue presidente en una ocasión, superando a Hilary Clinton en las elecciones del 2016.