CIUDAD DE MÉXICO, mayo 18 (EL UNIVERSAL).- Francisco Oropesa, el mexicano acusado de matar a cinco de sus vecinos, de origen hondureño, en el área de Cleveland, Texas, en abril pasado, compareció este jueves ante un juez del condado de San Jacinto. Su defensa prevé que la fiscalía buscará la pena de muerte para el acusado.
Oropesa está acusado de matar a Diana Velásquez, de 21 años; Julisa Molina, de 31 años; de José Casares, de 18 años; de Sonia Guzmán, de 25 años y de Daniel Laso, de 9 años, con un rifle AR-15 el pasado 28 de abril. Oropesa y los hondureños eran vecinos y éstos le reclamaron por estar disparando su rifle, pues el sonido no dejaba dormir a su bebé.
El mexicano se negó a dejar de disparar y entró a la casa de los hondureños, donde provocó una masacre y huyó. Días después fue capturado por la policía. Estaba escondido en la casa de familiares, y fue hallado en un closet, oculto bajo la ropa.
Univision reveló que el abogado defensor de Oropesa es Anthony Osso, conocido por representar a acusados de cargos muy graves y por lograr que, en varios de ellos, se desestimara la pena de muerte. Osso estará apoyado por la abogada Lisa Andrews.
Es la pena que, a decir de la defensa, la fiscalía buscaría para Oropesa, pidiendo que se reconsideren los cargos en su contra para que queden como homicidio agravado.
Sin embargo, la defensa alega, de acuerdo con Telemundo, que hay detalles en este caso que aún no se han revelado, como que Oropesa y los vecinos eran amigos, pero la relación se deterioró porque las mascotas de los hondureños atacaron a los animales del mexicano y mataron una oveja, además de gallinas.
"Hay mucha gente que ha hablado con nosotros y ha ofrecido información sobre este caso", señaló la defensa, en declaraciones a Telemundo.
En esta primera audiencia, la defensa pidió más evidencia y la fiscalía admitió no estar segura de tener el suficiente material como para presentarlo ante un jurado especial para el 31 de mayo, cuando estaba prevista la siguiente audiencia. Lo que queremos es que haya justicia", dijo el vicefiscal Rob Fryer, quien aseguró que este es el peor caso que haya investigado.
Por lo anterior, se agendó la próxima audiencia para el 10 de agosto.
De acuerdo con el diario The New York Post, durante las investigaciones las autoridades entraron a la casa de Oropesa, quien tenía allí un altar de la Santa Muerte, con dos velas encendidas.
Oropesa lleva además un tatuaje con la figura de la Santa Muerte. "Cualquiera que tenga un altar de la Santa Muerta está vinculado al hampa", dijo el capitán Jaeson Jones, jubilado del Departamento de Seguridad Pública de Texas, a un medio local.