El expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, testificó este lunes durante el juicio en su contra por presunto fraude fiscal, delito por el cual habría amasado su fortuna hasta convertirse en un multimillonario en la industria de las bienes raíces.
Durante su tiempo en el estrado, el magnate indicó que era un experto en bienes raíces, además de haber apoyado en la recolección de documentos para establecer el valor de sus propiedades.
"Los revisaba y ocasionalmente hacía algunas sugerencias", dijo el republicano en la corte de Manhattan.
Asimismo, Trump declaró que redujo el valor de la finca de Seven Springs, ubicada al norte de la ciudad neoyorquina, debido a que pensó que "era demasiado alto".
Por su parte, el juez del caso determinó que los reportes financieros de la Trump Organization eran fraudulentos, mismos que son pieza clave en la investigación de la fiscal de Nueva York, Letitia James, quien ha dicho que el magnate y sus asociados manipularon los estados de cuenta para engañar a los bancos y a las aseguradoras.
Luego de que Donald no respondiera a las preguntas de manera directa, intentó minimizar la importancia de los estados financieros, señalando que los banqueros encargados de hacer las revisiones fueron negligentes, sin embargo, aseguró que se les llamará para corroborar su versión.
De acuerdo con fuentes cercanas, Trump estuvo quejándose durante su testimonio, asegurando que el caso estaba en su contra, por lo que el juez Arthur Engoron le advirtió que cancelaría el testimonio si no se detenía.
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